viernes, 12 de diciembre de 2025

ENTENDER EL PRESENTE

La arquitecta de paisaje Diana Balmori (1932-2016) declaró: “La nostalgia de nuestro pasado y los sueños utópicos sobre el futuro nos impiden entender el presente”. Esta frase fue recogida en el “Manifiesto para el presente” de los artistas Robert Ransick y Blake Goble, publicado en 2010.

El único tiempo tangible es el presente, aunque sea extremadamente fugaz, hace un momento el presente era futuro y ahora es pasado. Sin embargo, para pensar en el presente e intentar entenderlo, podemos alargarlo un poco en ambas direcciones. No sabemos que ocurrirá mañana, pero podemos predecir algunas cosas con razonable certeza. También nuestra memoria a corto plazo suele ser relativamente confiable. Intelectualmente podemos realizar el ejercicio de analizar la historia reciente para explicarnos nuestra realidad actual y planificar algunas acciones que se implementen a corto plazo para intentar mejorar las condiciones del hábitat humano. 
Si seguimos el razonamiento de Diana Balmori, arquitecta de paisaje española, quien en una conversación con Marina Zurkow en 2009 pronunció la frase que citamos en este texto, podríamos identificar a la nostalgia y a los sueños utópicos como los principales obstáculos para comprender las implicaciones prácticas y objetivas del tiempo presente. De hecho, tanto el estudio de la historia, como las proyecciones especulativas que hacemos hacia el futuro existen principalmente para guiar nuestras acciones en el presente y nos conviene evitar sesgos cognitivos que nublen nuestra visión de los hechos y del potencial de nuestras acciones para cambiar las dinámicas de la actualidad.
Es curioso que la palabra presente también sea sinónimo de “regalo”. Escapar de la responsabilidad de contribuir en lo posible a mejorar nuestro hábitat, no solo es un modo desperdiciar la oportunidad que nos brinda la vida de tener un impacto positivo en los demás, sino echar a perder lo único que poseemos con seguridad: la conciencia, la afectividad y la capacidad para actuar aquí y ahora.
Lorenzo Rocha 

jueves, 4 de diciembre de 2025

CONCIENCIA HISTÓRICA

El teórico italiano Manfredo Tafuri escribió en 1970: "El lenguaje de la arquitectura se forma, se define y se supera en la historia junto con la idea misma de arquitectura. En este sentido, establecer una "gramática general" de la arquitectura es una utopía".

El estudio de la historia es fundamental dentro de la educación del arquitecto. Esta serie de cursos comienza desde la arqueología y concluye en el presente, consiste en identificar los períodos de actividad constructiva desde el hábitat primitivo hasta las expresiones espaciales contemporáneas.
¿Porqué es tan importante esta formación? ¿Se puede prescindir de los conocimientos históricos para practicar el proyecto arquitectónico?
Aunque si es posible proyectar y construir sin conciencia histórica, aquellas casas y edificios que resultan de una práctica irreflexiva, difícilmente tendrán la densidad necesaria para entrar en un diálogo cultural con sus antecedentes y hacer una aportación significativa y crítica en el ámbito arquitectónico.
La construcción sin reflexión histórica, que es la que se hace en su mayoría en la actualidad sin la intervención de profesionales, no nos permite establecer una línea contínua de ideas y discursos estéticos que la sitúe de manera sólida en su contexto, tanto en el lugar como en el tiempo en que se realiza. Es posible que dicha construcción resuelva satisfactoriamente su programa de necesidades, lo cual ya es bastante, pero no contará con las referencias y características necesarias para que suscite algún tipo de reflexión e interpretación que la integre al cultura y civilización a la que pertenece.
En última instancia, el conocimiento de la historia es un factor decisivo para una práctica crítica que permita a la arquitectura evolucionar junto con la cultura.
Lorenzo Rocha

 

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