El teórico italiano Manfredo Tafuri escribió en su libro La esfera y el laberinto: “El acto crítico consistirá en la recomposición de los fragmentos una vez que éstos sean historizados: en su remontaje”.
El relato del pasado no es fijo, ni definitivo, en cada etapa de la cultura tenemos la oportunidad de reescribirlo y confirmarlo. Esto se debe a que los hechos históricos no definen a la realidad, los hechos son perspectivas parciales, son polémicos y se constituyen como la politización de los ‘asuntos de interés’ y por lo tanto, están subordinados al estado de las cosas. El pasado se compone de fragmentos y como afirma Tafuri, estos fragmentos son historizados. Del mismo modo, el teórico de la arquitectura considera que el acto crítico, o bien la forma crítica de construir los relatos históricos consiste en la recomposición de estos fragmentos de la realidad, “en su remontaje”. Por estos motivos, se puede decir que toda construcción histórica es un acto crítico, ya que se ponen en juego estos pequeños trozos para fabricar un pasado verosímil y concordante con el estado de actual de las cosas, el cual no puede apartarse de los intereses de la cultura que los genera.
Puede parecer que se trata de un círculo vicioso: ciertos hechos históricos del pasado significan algo muy distinto para nuestros ancestros, que lo que significan para nosotros, pero no es para nada contradictorio.
Por ejemplo, el historiador Edmundo O’Gorman puso en duda en su libro La invención de América, el descubrimiento de nuestro continente por parte de los europeos e incluso la construcción de la identidad de este “nuevo mundo”. No existe una visión histórica más crítica que esta, de ahi se han sucedido toda una serie de estudios decoloniales, que en su conjunto replantean la historia de nuestras tierras desde una visión propia.
En la arquitectura clasificamos constantemente las construcciones del pasado mediante estilos y muy frecuentemente mencionamos un estilo “colonial”, pero si miramos más de cerca, la arquitectura mexicana del siglo XVI es por igual autóctona que importada y es una combinación de factores que no podrían haberse conjuntado en Europa, ni solamente en América, sino en una mezcla balanceada de ambas.
Lorenzo Rocha
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