jueves, 24 de febrero de 2022

LA TECNOESFERA

El filósofo estadounidense Peter Haff, escribió en 2013 un interesante ensayo titulado: “Technology as a geological phenomenon: implications for human well-being”. En el texto, describe un sistema de comunicaciones, transportes, burocracias y otros procesos que actúan para aprovechar recursos energéticos del mismo modo como la hicieron anteriormente otros sistemas ya extintos.

Imaginemos el futuro, un futuro lejano, digamos dentro de sesenta mil años. Es difícil de aceptar pero muy probablemente los humanos ya nos habremos extinguido para entonces. Al igual que ocurrió en ese mismo lapso de tiempo pero en el pasado, alguna otra especie evolucione, como lo hicimos nosotros y tenga alguna forma de conocimiento similar a lo que nosotros llamamos hoy en día la arqueología, o quizá no lo tenga, ya sea porque no considere importante indagar sobre le pasado o porque no haya evolucionado lo suficiente para tenerla, son todas conjeturas.
En caso de que existan ‘arqueólogos’ de otra especie no humana en el futuro y que se planteen la tarea de realizar excavaciones, encontrarían una capa geológica (a unos pocos metros de la superficie, después de retirar el sustrato vegetal) en la que habría extraños utensilios, imposibles para ellos de descifrar ya que no tendrán indicios de ningún tipo de ergonomía ni estarían desde luego en condiciones de hacerlos funcionar. Me refiero a los desechos de la tecnología que utilizamos hoy en día, todos esas máquinas, aparatos y dispositivos que están presentes en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana y que son indispensables para el funcionamiento de nuestra sociedad.
Todas las etapas geológicas que se conocen, requirieron de la actuación de sistemas de energía a escala global que dejaron huellas visibles sobre la corteza terrestre. Por ejemplo, los volcanes, los meteoritos, las glaciaciones, tuvieron un impacto a escala planetaria que provocó la extinción masiva de los seres vivos, con excepción de unos pocos que consiguieron evolucionar en especies sucesivas, que después fueron exterminadas por una nueva catástrofe natural y se renovó el proceso de evolución.
La etapa actual en la que nos encontramos, el Holoceno, parece no ajustarse ya totalmente a los procesos que tienen impacto a nivel global, ya que los sistemas ligados a la tecnología humana requieren de un elevado consumo de energía que transforma irreversiblemente al medio ambiente. Si estos procesos continuaran su tendencia alcista y no aparecieran mecanismos reguladores y sobre todo si no aparecen procesos para reciclar los desechos, estaríamos quizá en posición de afirmar de que vivimos en el Antropoceno.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 17 de febrero de 2022

CONVIVENCIALIDAD

En los años setenta, dos filósofos notables: Iván Illich y Valentina Borremans, fundaron en Cuernavaca el CIDOC, un proyecto notable pero de corta duración, sin embargo sus repercusiones se hacen cada vez más intensas, a medida que la sociedad enfrenta crisis cada vez más duras e inesperadas.

Está claro que no es posible aislar a los conceptos de las ideologías. No existe la mirada inocente, toda forma de pensamiento es precedida de creencias personales que impiden que ciertas posturas similares puedan convivir de manera armónica.
Tal fenómeno es evidente cuando comparamos el concepto de eficiencia de Vilfredo Pareto con la idea “convivencialidad” de Iván Illich. Pareto escribió en 1912: “Dada una asignación inicial de bienes entre un conjunto de individuos, un cambio hacia una nueva asignación que al menos mejora la situación de uno de ellos sin provocar que empeore la situación de los demás individuos”. Este concepto, combinado con la idea de convivencialidad de Illich: “La sociedad convivencial será el resultado de acuerdos sociales que garanticen a cada miembro el mayor y más libre acceso a las herramientas de la comunidad, con la condición de no lesionar una igual libertad de acceso de los demás miembros”, arroja la posibilidad de un enfoque crítico de la ciencia y del progreso tecnológico, incluso tomando en cuenta las diferencias ideológicas entre ambos. 
A simple vista, ambos principios parecen muy similares y compatibles en cuanto a su mención de equilibrio en la distribución de bienes y herramientas. Sin embargo, la eficiencia de Pareto apunta a la ideología desarrollo industrial ilimitado, mientras que la propuesta de illich es contraria a él y plantea una alternativa. Las ideas de Pareto han sido adoptadas por los pensadores y economistas denominados neoliberalistas, mientras que el pensamiento de Illich es fundamental para los movimientos contrarios a la globalización y al crecimiento económico ilimitado. Aunque en su lectura llana no nos parezcan en absoluto como ideas opuestas, en el ámbito político sí lo son.
Lorenzo Rocha

 

miércoles, 9 de febrero de 2022

DOS EDIFICIOS

Los arquitectos Winy Maas, Jacob van Rijs y Nathalie de Vries fundaron en 1993 la oficina global de proyectos MVRDV, con sede principal en Rotterdam. Ellos mismos describen sus proyectos como ejemplares y extrovertidos edificios que proveen a las ciudades y paisajes con la capacidad de desarrollarse hacia un futuro mejor.

Los habitantes de la ciudad de Rotterdam han sido testigos de la aparición dos construcciones monumentales y espectaculares durante los últimos años. Uno es un edificio de usos mixtos que es a la vez vivienda, oficinas y mercado, el “Markthal”, abierto en 2014. El segundo, inaugurado en 2020 se llama Depot Boijmans van Beuningen, se trata de un almacén de obras de arte, el cual se puede visitar mediante cita previa. 
Estos son sin duda, los dos edificios más extraños que jamás he visitado. Ambos proyectos se han edificado en espacios públicos de gran importancia urbanística, la plaza del mercado y el Museumpark, los cuales albergan otras obras arquitectónicas modernas que les daban identidad y los conformaban. De ahí han derivado las numerosas quejas de los habitantes de Rotterdam. En ambos casos, las nuevas adiciones firmadas por MVRDV, reconfiguran el flujo espacial de los sitios donde se han edificado y también ambos han tenido efectos negativos para el contexto, ya que con su afán protagonista, han añadido información visual y espacial excesiva, la cual rompe flagrantemente la armonía entre los espacios abiertos y los volúmenes construidos previamente. Estamos frente a una arquitectura visual, fugaz y llamativa, lo que hoy en día estimula al turista a hacerse un veloz autorretrato y seguir su camino.
A un lado del “Depot” se encuentra un estacionamiento subterráneo, cuya techumbre esta compuesta por grandes espejos de agua. Es curioso, pero me parece que este edificio hubiera cumplido mucho mejor con las funciones de almacén visitable de obras de arte y simultáneamente respetar el balance del espacio público y las vistas desde pabellón de oncología del Hospital infantil que se encuentra justo frente a él.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 3 de febrero de 2022

GRANJA FLOTANTE

Los países bajos han ampliado su pequeño territorio dos quintas partes, desde el siglo XIV, creando diques y dragando represas. Se trata de un lugar casi totalmente urbanizado y artificial, que presenta aspectos sorprendentes dentro de su estado de sobremodernidad.

En los países bajos, la urbanización se entiende de un modo muy distinto que en el resto del mundo, es un sistema de diques, polders (islotes de tierra), represas, canales, invernaderos, molinos, ciclovías, y barcazas, que como país está totalmente planificado y en constante evolución. Podríamos decir que es una gran máquina que funciona como un reloj.
A partir de la creciente amenaza de inundaciones, debido al calentamiento global, el país ha dedicado una parte importante de sus esfuerzos y recursos en energías no-contaminantes y en desarrollar alternativas para el futuro, ya que es inminente que más de la mitad de su territorio quedará sumergido bajo el mar, de continuar el curso del fenómeno medioambiental. En algunos puntos del territorio neerlandés, el nivel es siete metros inferior al nivel del mar.
Un ejemplo muy interesante a nivel arquitectónico es la “Granja flotante” (Floating Farm), una barcaza anclada en el puerto de Rotterdam donde viven 32 vacas lecheras que son explotadas de manera intensiva. El proyecto comenzó en 2019 por iniciativa de Minke y Pieter Wingerden, quienes inicaron la compañía Beladon, especializada en arquitectura flotante. En este caso, contrataron al estudio Goldsmith que tiene su sede también en la ciudad y se especializa en diseño arquitectónico y urbano. Su diseño destaca también por su discreción formal, que expresa con absoluta claridad las partes constructivas de las que está compuesto.
Aunque de momento es solo un prototipo, este edificio flotante es una muestra de la extrema racionalidad de una parte de la arquitectura actual en los países bajos, que contrasta con los proyectos espectaculares de los estudios famosos como OMA, Mrvdv y NL architects, entre otros, que realizan proyectos enteramente alineados con los intereses del capital inmobiliario y del gobierno.
Lorenzo Rocha

 

miércoles, 2 de febrero de 2022

Historia de un equívoco (17 radio)

El próximo miércoles 9 de febrero a las 12:00 (México), 19:00 (España), conversaremos con el doctor Fabio Vélez, autor del libro "Arquitectura. Historias de un equívoco", acerca de las ideas arquitectónicas y su desarrollo histórico.

Sintonicen 17radio.org 

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