jueves, 14 de marzo de 2024

PROYECTO ÉTICO

En una revisión de publicaciones en las que he escrito, he releído la introducción al número 119 de la revista italiana Lotus International del verano de 2003, en la que escribí un ensayo sobre la Casa de Rudolf M. Schindler.

El arquitecto y teórico italiano Pierluigi Nicolin, ha dirigido la revista Lotus durante 46 años (desde 1977). Durante este período la publicación ha sostenido un debate continuo sobre la teoría y la práctica de la arquitectura. En el número 119, que llevó el título: Modern Inside out, la revista analizó ocho casas modernas, entre las que se encontraban la Casa de Luis Barragán y la de Rudolf M. Schindler, entre otras, como la casa en Cap Martin de Eileen Gray y el “Cabanon” de Le Corbusier.
La introducción escrita por el editor contiene conceptos relevantes aun ahora que han transcurrido dos décadas desde su publicación, traduzco algunos párrafos: “Aquello que es correcto no es plenamente determinable de manera independiente de la situación en la que acontece. Cuando la arquitectura se propone representar el modo óptimo para habitar, puede alcanzar su estado de perfección, pero solamente para un entorno particular. La puesta en práctica de tal propósito implica necesariamente la consideración del saber espacial en la inmediatez de su contexto. Si debo señalar por economía, algún elemento que unifique a todos los casos, sería el hecho de que todas las casas notables tienen el objetivo común de replantear el hábitat. Las buenas casas, según Leon Battista Alberti, tienen la capacidad de redimir a sus habitantes, a esto podríamos añadir que los buenos edificios también podrían salvar a nuestras ciudades y a la convivencia en ellas. Desde este punto de vista, retomar la postura ética ayudaría a revertir la manera de actuar puramente utilitaria y materialista, que en su objetivo de justificar normas éticas impersonales, ignora a las personas en su totalidad e integridad, ligadas a los hechos y a los sentimientos.” 
Esta discusión ética está aun muy lejos de llegar a una conclusión, ya que en los últimos 20 años el horizonte de la arquitectura ha ido más allá de sus referentes modernos y ha incursionado en el campo de la totalidad social.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 7 de marzo de 2024

DILEMA EDITORIAL

La fotografía nació en paralelo con la evolución de la arquitectura moderna, es natural que ambas artes compartan intereses en el espacio construido y maneras de expresión que a su vez también son similares a las de la cinematografía.

Desde hace décadas se ha discutido el efecto que las publicaciones ha tenido sobre la producción y difusión de la arquitectura. En un análisis como el que  Beatriz Colomina  hace en su libro “Privacidad y publicidad. La arquitectura moderna como medio de comunicación”, expone que la fotografía es una parte indisociable de la arquitectura como la conocemos ahora, que ambas formas de expresión han compartido destinos desde la invención de la segunda. Otros autores como Juhani Pallasmaa y Neil Leach han sido más críticos acerca de los efectos nocivos que la publicidad ha tenido sobre los proyectos arquitectónicos.
Falta aún escuchar el punto de vista de los editores, en defensa de sus criterios. Algunos de nosotros los arquitectos que hemos colaborado desde ambos frentes, tanto en proyectos como en publicaciones, podríamos testificar aportando nuestras experiencias.
Personalmente he transitado entre el modo tradicional y objetivo de presentación de mis proyectos, a un modo distinto, que considero más consciente de la interacción que las personas tienen con ellos. Las revistas y los libros requieren de imágenes atractivas visualmente y para ello, utilizan fotografías profesionales en las cuales escenifican el espacio del proyecto y omiten a las personas y a sus objetos cotidianos, además eligen condiciones óptimas de iluminación natural y artificial, además de climas ideales. Sin embargo, la mayor parte del tiempo los espacios existen de maneras mucho más orgánicas y hasta cierto punto desordenadas. 
A lo largo de mi carrera he perdido interés en las publicaciones especializadas en arquitectura y me he centrado en la aparición de los espacios que he construido en las redes sociales de los habitantes. Me interesa más la vida de estas construcciones a lo largo del tiempo, que su aspecto estático y escénico, congelado en un momento del tiempo. Todo depende de la naturaleza de los espacios que producimos y de lo que cada uno de nosotros entendemos como calidad y cultura arquitectónicas.
Lorenzo Rocha

lunes, 4 de marzo de 2024

Forma abierta (17 radio)

El próximo miercoles 6 de marzo las 19:00 (México). Conversaremos con el arquitecto William Brinkman-Clark, acerca de las reacciones en contra del determinismo arquitectónico y las posibilidades de proyectos dinámicos y cooperativos..

Sintonicen 17radio.org

jueves, 29 de febrero de 2024

ASENTAMIENTOS HUMANOS

La palabra asentamiento se traduce al inglés como Settlement y al alemán como Siedlung, curiosamente las acepciones en esos idiomas implican algunos significados distintos que en español, más ligados a la territorialización de los órdenes sociales.

Recuerdo que hace mucho tiempo existía en México una Secretaría de asentamientos humanos y obras públicas (SAHOP, por sus siglas), la cual se ocupaba del poblamiento del territorio y la construcción de sus infraestructuras. De hecho, esta secretaría existió solamente durante la presidencia de José López Portillo de 1976 a 1982. El secretario a cargo del desarrollo urbano en este período fue el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, muy conocido ya por obras como el Museo de antropología y el estadio Azteca. Él fue quien presentó en 1978 el Plan nacional de desarrollo urbano, el cual se propuso la realización de planes para un desarrollo urbano equilibrado, orientado a obras y servicios públicos con el fin de estimular la descentralización de los organismos públicos sobre todo, sacarlos de la ciudad de México, la cual crecía descontroladamente. En aquel entonces aun existía el Departamento del Distrito Federal y el regente de la capital en esta época fue Carlos Hank González “El Profe”, muy conocido por encabezar obras como la Central de abasto, los Ejes viales, que partieron colonias para agilizar el tráfico vehicular. También son las época de la represión policiaca de Arturo Durazo “El Negro”.
Además de ser una época de auge petrolero fue un tiempo con una estética particular, como siempre muy ligada a la política. Es aquella época se restablecieron las relaciones diplomáticas con España y el Papa Juan Pablo II visitó México, también se desarrolló Cancún como proyecto turístico sexenal, con un éxito que lo ha llevado a ser una de las ciudades más importantes del país. Este sexenio terminó en un desastre económico que implicó una fuerte devaluación del peso, control de cambios y la nacionalización bancaria, uno de los períodos más inciertos en la economía mexicana.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 22 de febrero de 2024

NEGOCIOS INMOBILIARIOS

Los promotores inmobiliarios tienen una máxima que prevalece en sus actividades: “Con más metros cuadrados, los negocios son más redondos”.

La motivación principal de los inversionistas inmobiliarios es el lucro, si no es que la única. Esto no significa necesariamente que sus intenciones no sean buenas, pero está muy claro que salvo en algunos casos, los negocios inmobiliarios son inviables si no garantizan dividendos interesantes para sus socios. Estos pocos casos, en los que las ganancias derivadas de la construcción y operación de los inmuebles se destina a obras de beneficencia son las importantes fundaciones que existen en México, pero ello no implica que no sean negocios, ya que también necesitan tener ganancias para destinarlas a las obras pías.
Este tipo de organizaciones, en nuestro país son las herederas de un orden social decimonónico en el cual existieron grandes capitalistas singulares (todos sus nombres están en las calles de la colonia del Valle), que explotaron todo tipo de recursos naturales y humanos. Como en aquel tiempo no existían la seguridad social ni los sindicatos, estos grandes magnates garantizaban la salud y el bienestar de sus obreros y sus familias construyendo ellos mismos sus hospitales, hospicios, asilos y demás. Algunos de ellos heredaron sus bienes a fundaciones que llevan sus nombres y que hoy en día siguen dedicándose al bienestar social.
Por ejemplo, la Fundación Merced, es un caso verdaderamente interesante, surgió de las herederas de la fortuna de la familia Munguía, que se dedicaba a la producción de café y cacao. Todos recordamos los cigarrillos de chocolate que se producían en su fábrica La Cubana, que se ubicaba en la calle Cedro, en Santa María La Ribera. El modelo de la fundación, que se dedica a la renta de inmuebles en la ciudad de México, es el apoyo económico a grupos independientes de ella, que presentan proyectos diversos de ayuda a discapacitados, a la integración social de grupos marginados y otros muchos más. Es muy interesante que ninguno de sus consejeros ni empleados tiene parentesco con la familia fundadora. La mayoría de ellos dedican su tiempo a trabajar a favor de los proyectos sin recibir un salario.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 8 de febrero de 2024

PENSAMIENTO VISUAL

El historiador de arte William J. T. Mitchell ha publicado en 2009 un importante libro titulado “Teoría de la imagen”, el cual aporta elementos importantes en el análisis de la relación entre arquitectura y fotografía.

Richard Rorty habla de varios giros posibles dentro de la filosofía dado que el filósofo ha identificado una tendencia generalizada a la aparición de nuevos conjuntos de problemas que desplazan a los anteriores objetos del pensamiento. En este sentido afirma: “La idea de que la filosofía antigua y medieval le preocupaban las cosas, a la filosofía desde el siglo XVII hasta el XIX le preocupaban las ideas y a la escena filosófica ilustrada le preocupan las palabras, resulta bastante plausible.”
Si esto es plausible, entonces Mitchell propone un “Giro icónico”, en el cual las preocupaciones futuras de la filosofía serán visuales.
El pensamiento visual ya domina gran parte de nuestros medios de comunicación, las cadenas de noticias por televisión e internet transmiten repetitivamente narraciones visuales y tienden a abreviar el texto cada vez más, mientras que los periódicos impresos reducen sus tirajes en la misma proporción.
Por este motivo, una discusión que se consideraba zanjada desde hace una década, quizá necesita retomarse, la percepción de la arquitectura, una forma de arte espacial, que se ha trasladado cada vez más al terreno de las imágenes.
Hace casi 40 años, Kenneth Frampton publicó A note on photography and its influence on Architecture, en la revista Perspecta, en 1986. Desde entonces el tema se ha discutido ampliamente, además de las exposiciones fotográficas en distintos países como México, Suiza e Inglaterra y los fantásticos libros y catálogos que las acompañaron.
Ha quedado muy claro que cuando miramos una fotografía no estamos viendo una casa o edificio, sino una representación de ellos. Sin embargo, el soporte material de las imágenes genera en el público una serie de ideas que determinan su respuesta e interés ante los objetos representados. No cabe duda que las imágenes de los edificios son parte inseparable de su arquitectura.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 1 de febrero de 2024

IDEAS

La arquitectura es una de las pocas artes que no han sido objeto central de los teóricos de las artes. La teoría y la crítica de la arquitectura la hacen en su mayoría arquitectos. Esto es problemático ya que un mismo individuo o grupo no puede encargarse simultáneamente de crear e interpretar las obras.

Parece realmente obvio, pero algunos colegas que se dedican a la arquitectura no son totalmente conscientes de que no se puede partir de la nada para crear proyectos arquitectónicos. Aunque las ideas pueden no estar articuladas en cuanto al lenguaje, estas siempre preceden al proyecto.
De manera extremadamente simplificada, este es el objeto principal de la teoría de la arquitectura, por lo tanto, ninguna persona que trabaje en esta actividad profesional puede afirmar que no le interesa la teoría. Menos aún la historia, ya que todos los profesionales conocen las antecedentes del contexto donde actúan. Por otra parte la crítica, que siempre es posterior a la obra, se encuentra en manos de los expertos, pero también cada profesional la ejercita respecto a sus colegas y también respecto a sí mismo, cuando realiza ejercicios de autocrítica.
Todo ello no implica que la labor de los teóricos, historiadores y críticos especializados sea superflua, dicha labor, cundo se realiza con rigor, tiene la capacidad de cambiar el curso de las cosas, influyendo en todos los aspectos de la práctica.
Si asumimos que la arquitectura es al mismo tiempo consecuencia y causa del orden socio-espacial, dado que lo espacial se construye socialmente y viceversa, la teoría se convierte inevitablemente en un aparato ideológico-político para los arquitectos.
Queda sin embargo, una interrogante sobre la vigencia de un marco teórico, ¿cómo se re-piensa periódicamente la teoría? Esto sucede ya que las ideas están ligadas a los contextos sociales, políticos, estéticos, tecnológicos, los cuales se transforman constantemente.
La teoría y la historia de la arquitectura son áreas fundamentales en la enseñanza universitaria, sin embargo es importante considerar que hay dos modos de concebir las ideas que no son compatibles entre sí. El primero de ellos, es la teoría como aparato operativo, como una serie de reglas incuestionables que los estudiantes deben seguir para el correcto desempeño de su trabajo. El segundo es el modo crítico, la manera existencial de abordar la profesión, la cual no va encaminada a la repetición de fórmulas preestablecidas ni a los dogmas, sino al cuestionamiento constante de las condiciones que dan origen a los proyectos, en aras de mejorarlas y contribuir a su evolución.
Lorenzo Rocha

 

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