jueves, 31 de agosto de 2023

Paisajes con ruinas (17 radio)

 

El próximo jueves 7 de septiembre las 12:00 (México) 20:00 (Bilbao). Conversaremos con el fotógrafo José Luis Bravo. Hablaremos sobre su visión escanográfica de los edificios del pasado.

Sintonicen 17radio.org

EL JAGUAR

La asociación internacional Panthera que se ocupa de preservar los territorios y las rutas de los jaguares y los pumas, desde el norte de Argentina hasta el sur de los Estados Unidos, recibe cuantiosos donativos de Thomas Kaplan, quien se dedica a la minería, una de las fuentes que dañan a los ecosistemas en cuestión.

Es muy interesante observar como el urbanismo, una actividad humana, interactúa inevitablemente con otras especies animales “no-humanas”. El caso de los jaguares y los pumas ha sido ampliamente estudiado y es especialmente relevante, al tratarse de especies en peligro de extinción.
Un solo ejemplar de esta especie requiere al menos de 80 hectáreas de terreno para desarrollarse, sitio apenas suficiente para cazar a sus presas, principalmente venados y algunos otros mamíferos.
En la península de Yucatán, muy cerca de Puerto Morelos, zona que se conoce como la “Ruta de los cenotes”, habita un alto porcentaje de los jaguares que existen en México, aunque se encuentran asediados por el desarrollo de la industria turística, por los proyectos inmobiliarios y por la infraestructura de transportes, las carreteras y el tren en construcción.
El médico veterinario Jorge Hevia ha contribuido de manera significativa a preservar al jaguar, a los pumas, los buitres, los venados y muchas otras especies fundamentales para la fauna local, que incluso se consideraban ya extintas. Su encomiable labor como miembro de Panthera ha abierto la posibilidad de preservar a estos magníficos animales, a pesar de las múltiples dificultades que enfrentan cotidianamente.
El dia de ayer se llevó a cabo el taller “Mapeando la ruta jaguar”, dentro del programa de la Feria Internacional del libro universitario, el cual trató el tema de las cartografías que ponen en evidencia la interacción entre el ser humano, su modo de urbanizar el territorio y las dinámicas de movilidad de los grandes felinos. En el taller participaron Juana Salcedo, de la Universidad de Texas en Austin (autora de la investigación), Elena Tudela, Ricardo Nurko y quien esto escribe, profesores de la Facultad de arquitectura de la UNAM.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 24 de agosto de 2023

FRONTERAS INVISIBLES

Michael Hardt y Antonio Negri escribieron en 2004 un excelente libro titulado “Multitud. Guerra y democracia en la era del imperio”, en el que analizan el comportamiento de las masas en un mundo contemporáneo, complejo y desintegrado. La multitud no es para ellos el equivalente al “pueblo”, sino un sistema altamente complejo de relaciones sociales.

Estamos acostumbrados a entender las fronteras como simples líneas divisorias imaginarias que separan a dos o más países o territorios definidos políticamente. Pero existen muchos otros tipos de fronteras invisibles que nos dividen incluso dentro de lo que consideramos como parte de la integridad de un lugar o un pueblo. Al mismo tiempo, es posible que algunos de nosotros nos sintamos más identificados con personas que habitan en el otro lado del mundo, que con nuestros propios vecinos y lo que consideramos la “comunidad”.
La complejidad de los sistemas políticos no es intencional, ni es una invención de los investigadores. El matemático argentino Rolando García estableció que tanto la estabilidad como la inestabilidad son ambas condiciones presentes en la propia estructura de los sistemas. También definió la resiliencia como la capacidad de un sistema de recuperar la estabilidad después de una perturbación. Para uno, que no es experto, ambos enunciados parecen hasta cierto punto paradójicos, ya que si la inestabilidad es inherente al sistema, entonces se complica concebir la idea de perturbación.
En todo caso, los sistemas complejos resultan de la sobreposición de sistemas simples, cuando una misma condición tiene que ser cumplida simultáneamente por dos sistemas superpuestos. Esta situación es muy común en el diseño arquitectónico, urbano y de paisaje. Estas disciplinas se enfrentan constantemente con requerimientos contradictorios y deben lidiar cotidianamente con conflictos de intereses. Cuando son capaces de satisfacer las necesidades para las que se han creado, transmiten un nivel muy alto y profundo de adaptabilidad, armonía y orden.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 17 de agosto de 2023

BAJA DENSIDAD

Durante los últimos 50 años, la tendencia general del desarrollo urbano se ha orientado hacia un modelo de alta densidad y baja altura, el cual ha sido efectivo para aprovechar eficientemente las infraestructuras y mejorar la calidad de vida de los residentes. Sin embargo, recientemente han surgido otras tendencias. 

Algunos ejemplos de teorías urbanas que siguen el modelo de alta densidad se pueden encontrar en notables trabajos como el libro: Livable environments, escrito por Roland Rainer en 1972. A esta corriente le han seguido otros arquitectos como Jan Gehl y David Sim, que han expuesto y llevado cabo algunas de sus ideas sobre la construcción de “ciudades suaves” y “ciudades para la gente”.
No obstante, todas las propuestas hasta ahora han estado alineadas con las directrices que marca el mercado inmobiliario y no se ha conseguido transmitir aun con la suficiente fuerza el interés público del suelo urbano, por lo cual sigue siendo objeto de la especulación. Salvo en contados casos, en los que el Estado ha asignado suelo público para la construcción de cooperativas de vivienda, como en Dinamarca, Uruguay, Alemania y España, el terreno urbano continúa siendo un bien con un valor de cambio que está por encima de su valor de uso.
Quizá por estos motivos, últimamente existe una moderada tendencia a la migración hacia el campo, principalmente por un sector que cuenta con altos recursos económicos. Estos nuevos desarrollos son fincas con extensiones de varios miles de metros cuadrados, en los que solo se permite edificar alrededor de la décima parte, y donde el resto de la tierra se destina al cultivo o a la preservación de especies vegetales y ecosistemas en peligro de extinción. 
Se trata de nuevos modelos para negocios inmobiliarios, que si bien son minoritarios, muestran un cambio de actitud en un sector con alto poder adquisitivo que opta por la baja densidad, que en ocasiones alcanza niveles de una vivienda por hectárea.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 10 de agosto de 2023

CORRIENTE CRÍTICA

La corriente crítica en la teoría de la arquitectura, la cual comenzó aproximadamente en los años sesenta del siglo pasado y se consolidó en las dos siguientes décadas, está lejos de haber cumplido su misión.

A pesar de todo lo que se ha escrito y discutido a nivel mundial sobre la naturaleza de la crítica, aun continúa considerándose como una postura negativa y pesimista. La crítica en arquitectura, el cuestionamiento de los principios históricos que la han regido en sus distintas épocas, ha demostrado ser una manera solvente para la evolución de esta disciplina.
Es cierto que lo que afirma Rem Koolhaas: “existe una parte importante en el fundamento de la arquitectura que no puede ser crítica”, un arquitecto por demás pragmático, lo cual no deja de complicar aún más la comprensión de la criticalidad en arquitectura.
Si los arquitectos no cuestionamos constantemente nuestra labor y el papel social de lo que producimos, es imposible que avancemos hacia la satisfacción de las necesidades que la propia sociedad nos exige.
Hoy en día es posible resumir los dilemas en la arquitectura actual en dos grandes preguntas. La primera es respecto a la diferencia entre el diseño y las soluciones, ¿por qué motivos, mientras más evoluciona el diseño, menos satisface las necesidades del gran público? Los proyectos singulares para las instituciones públicas y privadas expresan un altísimo nivel, al igual que las viviendas particulares e incluso ciertas iniciativas para solucionar la vivienda colectiva. Sin embargo, la participación de los arquitectos sigue relegada a menos de un décimo de todos los proyectos que se realizan, siendo la vivienda autoproducida enormemente mayor que aquella diseñada por profesionales.
La segunda cuestión es ¿por qué hemos perdido la capacidad de hacer ciudades? Sin duda los urbanistas planifican y ejecutan grandes planes para los nuevos asentamientos humanos por todo el globo, solo que dicho crecimiento se lleva a cabo por unidades habitacionales monoculturales que están desligadas de lo urbano. Podemos seguir construyendo dichas unidades aisladas hasta el infinito, pero difícilmente las podemos llamar ciudades en cuanto a su condición de contribución al tejido urbano.
Lorenzo Rocha (foto ORU) 

jueves, 3 de agosto de 2023

MALESTAR EN LA ARQUITECTURA

¿Es posible aún encontrar la luz de la esperanza en la oscuridad de lo contemporáneo? Las referencias a la cultura y al malestar de nuestra época, ambas desde lo infrapolítico, son perturbadoras por su carga de gravedad y angustia.
A partir de los años ochenta del siglo pasado, los teóricos de la arquitectura en Estados Unidos y Canadá, adoptaron una postura crítica radical frente a las tendencias del momento y también respecto al movimiento moderno. Es difícil saber si en otros tiempos hubo períodos similares de malestar arquitectónico. Seguramente los hubo en alguna medida, pero muy probablemente no fueron tan duraderos, ni tan intensos como el nuestro.
¿Cuales son los problemas de fondo de la arquitectura moderna? ¿Porqué hemos escrito tanto sobre ellos y aun así prevalecen? Nos conviene en primer lugar observar hacia donde están dirigidas estas críticas. Frederic Jameson publicó en 1982 su texto “La arquitectura y la crítica de la ideología”, en el cual discute acerca de del contenido ideológico de la arquitectura en relación con la fenomenología y la dimensión estética de la experiencia sensorial, este texto se puede considerar el inicio del movimiento crítico. En año de 1983 se publicaron dos ensayos que pusieron en tela de juicio la mayoría de los valores arquitectónicos vigentes, en aras de la adopción de una posición marxista frente a la producción arquitectónica. Kenneth Frampton se manifestó en contra de la globalización, abogando por un “Regionalismo crítico”, retomando el argumento que sus colegas Liane Lefaivre y Alexander Tzonis habían expuesto un año antes. En ese mismo año, Alberto Pérez Gómez criticó en su libro “La arquitectura y la crisis de la ciencia moderna”, a la instrumentalización de la teoría, la cual consideró una ficción, ajena a la dimensión existencial de la arquitectura. Un año después, Michael Hays expone su postura de resistencia frente a los valores de la cultura dominante en su ensayo “Arquitectura crítica, entre cultura y forma”. Después de este año, comenzaron a publicarse algunas réplicas y objeciones que se han sucedido hasta la fecha, hablando de otra manera de abordar el proyecto, una más pragmática y menos intensa, que ya se le conoce como poscrítica.
Sin embargo, el malestar no parece haber pasado, ahora hablamos incluso de un predicamento, debido al calentamiento global, la escasez del agua, la dependencia en el petróleo y otros obstáculos que enfrentamos. Seguimos desconfiando del diseño paramétrico, de la sobre-informatización de nuestra vida cotidiana, de la vigilancia por video, de la alienación producida por los no-lugares, de lo indigno de la mayor parte de nuestras viviendas. De este modo ya no podemos hablar de auténtico pesimismo, sino de un “optimismo informado”.
Lorenzo Rocha

 

Diseño resiliente (17 radio)

El próximo jueves 10 de agosto las 19:00 (México). Conversaremos con la arquitecta Elena Tudela. Hablaremos sobre un futuro urbano posible, fundamentado en la resiliencia de las estructuras sociales y de los espacios urbanos obsoletos. 

Sintonicen 17radio.org

 

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