jueves, 21 de agosto de 2025

EXPERIENCIA SENSIBLE

“La definición de la estética como teoría de lo bello sirve de muy poco porque el carácter formal del concepto de belleza se desvía del contenido pleno de lo estético. Si la estética no fuera otra cosa que un catálogo sistemático de lo que alguna vez se consideró bello, no nos daría ninguna idea de la vida en el concepto de lo bello.” Theodor W. Adorno

La experiencia estética consiste en una forma de conocimiento que se adquiere mediante los sentidos. De ahí deriva el término “Estética”, de la Aesthesis, que alude a la experiencia sensible y a la percepción del entorno que rodea al ser humano. Es sin duda extraño que después se haya relacionado directamente a la estética con la belleza y con los fundamentos filosóficos del arte, excluyendo a todo aquello que no responde a sus premisas.
Paul B. Preciado, escribió en su libro Dysphoria mundii: ”Por estética entiendo la articulación entre la organización social de la vida, la estructura de la percepción y la configuración de una experiencia sensible compartida." En esta brillante afirmación no se menciona al arte ni a la belleza, ya que la mayor parte de lo que percibimos no se relaciona con estas dos nociones. Desde luego, siempre existe la posibilidad del juicio estético una vez que lo que hemos percibido mediante los sentidos es codificado en términos filosóficos, pero esta condición no es necesaria para todos los demás elementos que componen los universos personales de cada individuo.
Cotidianamente transitamos por una metrópolis que está llena de estímulos a nuestros sentidos, la mayoría de ellos estridentes y desagradables. Pero dentro del cumulo de todo lo que vemos, escuchamos, tocamos y olemos, también hay sensaciones agradables y bellas. Quizá no somos conscientes de ello todo el tempo, pero sin duda el conjunto de experiencias diarias conforma inevitablemente nuestra esencia como habitantes de una concentración humana tan vasta como la nuestra.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 14 de agosto de 2025

POBLAMIENTO

¿Qué factores son los que provocan las concentraciones extremas de población? ¿Es posible concebir motivos para el poblamiento que vayan más allá de la economía y la geografía?

Autores muy importantes como, Fernando Greene y Héctor Quiroz han investigado y publicado desde hace varios años, trabajos académicos y libros sobre el poblamiento, el agua y el desarrollo territorial de la cuenca de México. Entre los factores que mencionan ambos urbanistas de la Facultad de arquitectura de la UNAM están principalmente la geografía de la cuenca, la cual favorecía el acceso al agua antes de ser drenada y la condición política e histórica del sitio. Esta cuenca lacustre elevada a dosmil metros por encima del nivel del mar, comenzó a habitarse hace 5,500 años, hasta que en 1321 se fundó Tenochtitlán, una ciudad que con el auge de los mexicas llegó a ser el centro de un imperio extendido por casi todo el territorio mesoamericano. Doscientos años después de su fundación, la ciudad fue conquistada e invadida por los españoles, evento que cambió el rumbo de su desarrollo urbano, con intervenciones hidráulicas para desecar los lagos que cubrían la mayor parte de su superficie. Pero el poblamiento más acelerado de la cuenca y su transformación en una zona metropolitana sucedió en el siglo XX.
Este tremendo crecimiento fue consecuencia de un modelo de desarrollo económico centralizado en la capital del país y una consecuente migración del campo a la ciudad. Desde entonces no ha habido una condición equilibrada entre la urbanización y el medio ambiente. Además de ello ha habido una aguda segregación socioespacial, en la cual las colonias ubicadas en la zona sur-poniente cuentan con población con recursos economicos mayores que quienes habitan el nor-oriente de la cuenca. El estado aun no ha atendido la mayoría de las carencias que afectan a la mayoría de la población, por lo que nuestra metropolis dista aun mucho de encontrar un punto de equilibrio urbano.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 7 de agosto de 2025

POLÍTICA INDIVIDUAL

En su libro “Micropolítica: cartografías del deseo”, los filósofos Félix Guattari y Suely Rolnik, cuestionan las formas de vida dentro las sociedades contemporáneas. Plantean preguntas como: ¿Qué políticas, qué deseos y qué prácticas constituyen nuestras formas de vida?

Asumir una actitud personal ante cualquier fenómeno colectivo, como la contaminación ambiental, el consumo excesivo o la corrupción, suele afectarse por el comportamiento social generalizado. Muy frecuentemente nos desalienta la idea de que nuestra contribución para mejorar cualquier dinámica social no provoca ningún cambio en la situación general, que es inútil ir contra la corriente.
La tendencia micropolítica se fundamenta en las acciones personales que persiguen objetivos particulares a nivel comunitario, mediante la organización de grupos con pocas personas que se ponen de acuerdo de modo directo para cambiar su actitud. Por ejemplo, el reciclaje, el trueque y el ahorro de agua en pequeña escala, en un condominio o en un barrio. Es destacable que a diferencia de la actitud pasiva de la mayoría, que espera siempre que el gobierno resuelva todos los problemas, el activismo barrial es una práctica que refuerza la unidad entre vecinos y puede ser la diferencia entre los distintos estilos de vida.
Sin duda es conveniente reflexionar acerca de las alternativas de solución que presentan las organizaciones comunales, lo cual no implica que con ello se retire la responsabilidad a las instituciones gubernamentales. Por más que las personas se organicen, no son capaces de crear sistemas de transporte colectivo u obras publicas de gran escala, como drenajes, puentes y carreteras. Más allá del entorno inmediato, de nuestra vivienda, barrio, pueblo o ciudad, las instancias macropolíticas son las encargadas de crear y mantener la infraestructura que permite el desarrollo social, tanto a nivel físico como político e institucional.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 31 de julio de 2025

METABOLISMO

Jason Hickel publicó en 2021 un libro provocador con el título: Menos es más. Cómo el decrecimiento salvará al mundo. (Barcelona, Captain Swing).

Pensadores como Kohei Saito, Jason Hickel, Geoff Mann y Michael Löwy, han abordado la idea de decrecimiento sus escritos. Se trata de una idea provocadora tanto políticamente como intelectualmente, que aglutina de manera algo heterodoxa a otras preocupaciones que le rodean, como la ecología política y el “Conflicto metabolico” marxista. En todo caso, queda claro que el concepto comunista de decrecimiento, no está alineado ideológicamente con la corriente actual conocida como “Capitalismo verde”, ya que es más radical que ésta y no se apoya sobre el principio de crecimiento sostenible, ni solamente en la aplicación de los impuestos al uso de combustibles fósiles, ya que estos mecanismos necesariamente implican crecimiento económico y se alinean con el libre mercado. 
Las constantes crisis climáticas y ambientales han provocado que numerosos pensadores, como los mencionados anteriormente, retomen las ideas de Marx para poner en discusión nuevamente la necesidad de tendencias decrecientes como medios para frenar las inminentes catástrofes ecológicas. Recientemente se han enunciado tres principios dentro de las tácticas que podrían contribuir al decrecimiento sin causar daños al bienestar social. En primer lugar, la implementación de “Estrategias intersticiales”, como cooperativas proletarias y organizaciones comunales, que sean capaces de operar en el marco del libre mercado sin perseguir el lucro, sino el bienestar de sus asociados. El segundo principio es el de la aplicación de medidas económicas “No-reformistas”, como la reducción de la jornada laboral, políticas radicales de redistribución de la riqueza, acceso universal a ingresos mínimos, e impuestos a los combustibles fósiles y a las emisiones de gases carbónicos, todas ellas desde los gobiernos en su conjunto. Finalmente, el tercer principio es la construcción de instituciones contra-hegemónicas y paralelas al poder económico dominante que consigan equilibrar el entorno social y conseguir la justicia ecológica.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 24 de julio de 2025

ECOLOGÍA SOCIAL

Karl Marx estableció en el primer volumen de “El Capital”, la necesidad de una relación “metabólica-social” entre la explotación de recursos naturales para la producción industrial y el equilibrio del medio ambiente, esto también se conoce como: “justicia ecológica distributiva”.

El desarrollo de la sociedad capitalista durante los ultimos cien años nos ha llevado al extremo de explotación de recursos y contaminación ambiental para los que no parece haber alternativas de solución. El calentamiento global y los cambios climáticos son irreversibles, mientras que la población sigue en aumento, por lo que casi seguramente la humanidad tendrá que pasar por constantes crisis y probables colapsos en el futuro próximo.
Ante este panorama, las estrategias de planificación urbana tendrán que ajustarse notablemente en lo referente a sus objetivos, de tal manera que puedan mitigar los efectos de las inminentes crisis. Una de las tácticas que se presentan como alternativas viables para enfrentar estos retos es la densificación urbana y la recualificación de los barrios y urbanizaciones existentes, en lugar de la constante expansión de los territorios urbanizados. Esta política puede contribuir a disminuir el crecimiento desmedido de las megalópolis y por lo tanto reducir los desplazamientos cotidianos desde las viviendas al trabajo y la escuela, que cada vez se han hecho más largos y que generan gran parte de la contaminación atmosférica. Con menor volumen de construcción nueva y mayor readaptación y ampliación de los edificios existentes, también deberían demolerse las infraestructuras obsoletas, para liberar mayor espacio para la regeneración de los entornos naturales. 
Es evidente que la implementación de políticas regulatorias tiene altos costos sociales, como hemos visto en la última década en la ciudad de México, pero si el Estado no interviene, el libre mercado seguirá marcando las pautas del desarrollo urbano.
Lorenzo Rocha

 

lunes, 21 de julio de 2025

EDUCACIÓN ARTIFICIAL

Algunos expertos en inteligencia artificial como Geoffrey Hinton, profesor emérito de la Universidad de Toronto, han hablado del final de la evolución humana y el advenimiento de las máquinas, que son formas no-humanas que poseen una inteligencia superior.

Como profesor en la Facultad de Arquitectura de la UNAM, he observado el reciente y dramático aumento en el uso de herramientas de inteligencia artificial por parte de los estudiantes que asisten a mis cursos. He escuchado distintas opiniones de mis colegas al respecto y meditado la mejor forma en la que podemos lidiar con estos cambios tecnológicos. En primer lugar, no creo que debamos resistirnos al cambio, ni prohibir el uso de dichas herramientas para la elaboración de textos y diseños. Cuando escribimos y dibujamos, siempre hemos utilizado referencias externas, como citas bibliográficas, búsquedas informáticas de datos e incluso hemos cortado, calcado o pegado fragmentos de textos e imágenes. Al final esto es similar a lo que hace la inteligencia artificial a la que tenemos libre acceso. Como toda herramienta, la IA depende de la voluntad de su usuario, por lo que no veo problema en incorporarla a nuestro trabajo cotidiano, como hicimos antes con los procesadores de texto y con el dibujo por computadora.
Me parece que el tema central es el de la autoría, si nosotros le planteamos una pregunta o le damos una orden a una plataforma cualquiera de IA y esta nos responde con un texto o imagen, no debemos apropiarnos de estos sin dar el crédito correspondiente a la fuente consultada, tal como siempre hemos hecho respecto a la bibliografía  e iconografía en nuestros trabajos de investigación. Eso es lo que diferencia todo aquello que ha sido creado originalmente por el autor del trabajo,, de las partes que son citas textuales o imágenes generadas por terceros. De este modo, podemos servirnos de cualquier herramienta que sea útil para nuestro trabajo, sin incurrir en el plagio y dejando claramente ver a los lectores y observadores la construcción de nuestros argumentos e ideas propias.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 10 de julio de 2025

VIVIENDA DIGNA

El viernes pasado se llevó a cabo una manifestación pacífica en el Foro Lindbergh con el lema: “Fuera gentrificadores”, este tema también se discutió en el 38° coloquio de 17 instituto, en enero, cuyo título fue “Realidades urbanas, ciudad producida, ciudad habitada”.

Las recientes protestas en la ciudad de México contra la gentrificación y la inmigración extranjera han puesto en relieve un problema aun más grave: la falta de oferta de vivienda digna y asequible para las personas de clase media, que se ven desplazadas hacia afuera de los barrios recientemente aburguesados. El desmedido aumento de los alquileres en colonias como Roma y Condesa, obligan a los jóvenes que han crecido allí, a salir a buscar casa a la periferia, donde los costos son menores.
Al respecto, queda manifiesta la absoluta dominación de las fuerzas del mercado inmobiliario, sobre la producción y gestión de los espacios habitacionales. En ello, el gobierno ha fallado en la regulación de los procesos inmobiliarios y en el necesario equilibrio entre ofertas comerciales privadas y la vivienda social, cuyo objetivo no es el lucro sino la igualdad de acceso a un satisfactor que es un derecho constitucional de los mexicanos.
Desde luego la legitima queja sobre el aburguesamiento conlleva una reacción xenófoba que le resta legitimidad, dado que el libre mercado inmobiliario y la ausencia de predios reservados para uso social son factores que favorecen a la población con alto poder adquisitivo. como es el caso de los estadunidenses que trabajan a distancia.
Está abierto nuevamente el debate entre los defensores del libre mercado y sus detractores, lo cual es lógico y comprensible, pero el acceso a la vivienda digna y asequible para la mayoría de la población no debería estar sujeto a esa misma discusión.
Lorenzo Rocha 

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