Desde los años sesenta
del siglo XX, se inició una corriente artística que utiliza el espacio público
dentro de las ciudades para la puesta en práctica de proyectos de arte
participativo, conocidos tambien como “proyectos de inserción social”. Los
fundamentos del arte participativo se relacionan estrechamente con la corriente
de pensamiento iniciada en 1957 por el movimiento intelectual denominado
Internacional Situacionista, el cual publicó sus ideas en la revista del mismo
nombre hasta 1968. Sus miembros, entre los que destacan Guy Debord, George
Lukacz y Rosa Luxembourg, se propusieron estudiar y discutir todo lo
relacionado con la teoría y la práctica de la construcción de situaciones,
principalmente en el espacio público urbano.
El sociólogo Henri
Lefebvre, también formó parte del grupo y en el contexto del situacionismo,
aportó textos fundamentamentales para estudiar la ciudad contemporánea y los
fenómenos urbanos, que se centran en el movimiento de las personas, más que en
la arquitectura del espacio público.
La “situación
construida” fue definida por sus autores como “el momento de la vida construido
concreta y deliberadamente para la organización colectiva de un ambiente
unitario y de un juego de acontecimientos”.
Por influencia de esta
forma de pensamiento, el arte público ya no se limita en nuestros días a la
creación exclusiva de objetos escultóricos realizados para ser colocados en
calles, parques y plazas.
Gran cantidad de
artistas contemporáneos realizan acciones fugaces, que duran pocas horas,
durante las cuales escenifican una situación a la invitan al público a
participar, sin que éste sea consciente de que se trata de un proyecto
artístico. Al final la acción queda registrada en medios audiovisuales y en
ocasiones se presenta en exposiciones posteriores a la acción. Los artistas que
se dedican a esta forma de arte, realizan su trabajo como actores sociales, que
se proponen resaltar situaciones urbanas críticas, como problemas sociales y
ambientales.
En México hay varios
grupos e individuos que se desempeñan como artistas que actúan en el espacio
público, un buen ejemplo de dicha práctica es el colectivo regiomontano
Tercerunquinto. Los tres artistas que lo componen han realizado acciones
efímeras que tienen relación con los símbolos patrios, la propaganda política,
la morfología del espacio urbano, la escasez de vivienda y algunos otros temas
cruciales para la vida urbana. Desde hace varios años llevan a cabo un proyecto
llamado “Restauración de una pintura mural”, que consiste en la restauración de
mensajes políticos pintados en la vía pública de elecciones pasadas y su
traslación a espacios expositivos.
Lorenzo Rocha
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