El teórico italiano Manfredo Tafuri escribió en 1970: “Lo específico de la arquitectura es el modo de poner en relación entre sí las diversas estructuras que confluyen en ella". "El lenguaje de la arquitectura se forma, se define y se supera en la Historia junto con la idea misma de arquitectura. En este sentido, establecer una "gramática general" de la arquitectura es una utopía".
El hábitat de los primeros homínidos, una adaptación de materiales y espacios existentes configurados para conseguir refugio, contenía desde su inicio la posibilidad de convertirse en arquitectura. Todos los demás seres vivos tienen cada uno su propio hábitat, algunos incluso lo construyen con los materiales que se encuentran a su disposición, pero ¿porqué solo el ser humano hace arquitectura? En términos generales podemos decir que la arquitectura es el hábitat como producto cultural. Si no fuera así, el hábitat humano no habría evolucionado a la par de la civilización.
Sin embargo, la arquitectura sigue siendo el hábitat humano, aunque en ocasiones parezca que su expresión artística sea más importante que su habitabilidad. La mayor complejidad del proyecto arquitectónico radica en cumplir simultáneamente con objetivos que aparentemente son incompatibles entre sí: como la economía, la estabilidad estructural, la identidad cultural, la belleza, la eficiencia, el simbolismo y otros muchos más. Pero todo ello se puede equilibrar bajo un solo concepto, el cual ofrece la posibilidad de satisfacer simultáneamente todas las necesidades planteadas, dicho concepto es el edificio en si mismo.
La relación entre la teoría y la práctica en la arquitectura es de vital importancia, se trata de un trabajo constante de producción e interpretación debido a que no existen reglas ni formulas generales para el diseño arquitectónico, todos los proyectos son casos particulares que responden a las condiciones específicas en las encuentran su origen.
Lorenzo Rocha