jueves, 18 de mayo de 2017

NOSTALGIA MODERNISTA

Es fascinante revisar fotografías y testimonios que nos muestran el esplendor de las ciudades y la arquitectura que se hacía en nuestro país en la década de 1950. También resulta triste cuando nos percatamos de que desde entonces no hemos podido alcanzar de nuevo el nivel de excelencia al que llegaron los arquitectos de aquella época. Se trata sin duda de una época de auge económico, que no ha tenido parangón hasta ahora.
El presidente Miguel Alemán, que gobernó al país de 1946 a 1952, aprovechó la inestabilidad económica producida por la posguerra para reforzar los lazos comerciales y culturales con los Estados Unidos, lo cual atrajo importantes inversiones a la industria nacional. El auge económico continuó durante el siguiente período presidencial, el cual encabezó Adolfo Ruíz Cortines de 1952 a 1958.
Durante dicha década se construyeron obras emblemáticas que siguen en pie y continúan siendo dignas de admiración. En 1946 se construyó el Conservatorio Nacional de Música, proyecto de Mario Pani, el cual marca el inicio de una época prolífica de equipamientos educativos, culturales y sanitarios impulsados por el Estado. El mismo arquitecto completó al siguiente año la Escuela Normal de Maestros, en la cual superó la excelencia alcanzada en su anterior obra educativa. En 1943 se había creado el Instituto Mexicano del Seguro Social, pero sus labores se desarrollaban en edificios anteriores, adaptados para su nuevo uso, hasta que en 1948 se construyó la sede central del instituto en la avenida Reforma, la cual fue diseñada por el arquitecto Carlos Obregón Santacilia. En cuanto a los hospitales, su desarrollo durante los años cincuenta fue realmente notable e inusitado. En 1948 se termina el Hospital de Maternidad numero 1, en la calle Gabriel Mancera, proyecto de Ricardo Rivas al que le sigue la construcción en 1952 del Hospital de Zona numero 1 en La Raza, un notable conjunto proyectado por Enrique Yáñez. La arquitectura hospitalaria de la época se culmina con la construcción del Centro Médico Nacional, también del arquitecto Yáñez, concluido en 1955.
El proyecto más importante de los cincuenta es sin duda la Ciudad Universitaria, que reunió el mayor talento arquitectónico del país, bajo la dirección del arquitecto Carlos Lazo. El campus de la UNAM se comenzó a construir en 1952 y fue inaugurado en 1956, en su diseño colaboraron más de 80 arquitectos, entre los que se cuentan Mario Pani, José Villagrán, Francisco Serrano, Agustín Yáñez, Enrique del Moral, Juan O’Gorman, Luis Barragán, Augusto Pérez Palacios, Vladimir Kaspé y Alfonso Arai. Se trata de la obra de arquitectura universitaria más importante e irrepetible que se ha realizado en México y una de la más notables del mundo.
Lorenzo Rocha

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