Los textos especializados en arquitectura utilizan un lenguaje técnico que resulta incomprensible para la mayoría de las personas. Este hecho disminuye notablemente el interés del publico general en casi cualquier libro o exposición que se centre en el tema. Pero este hecho no demerita en absoluto la importancia de la arquitectura para la vida cotidiana de las personas. El lugar donde transcurren las experiencias diarias de todas las personas se compone del transito del espacio publico de las ciudades, el espacio privado dentro de las casas, más los sitios de servicios, comercio, trabajo y estudio.
Vale la pena tener siempre presente el magnífico texto de Giancarlo de Carlo “El público de la arquitectura”, del cual deriva su aforismo más famoso: “La arquitectura es demasiado importante para dejarla en manos de los arquitectos”. En el texto publicado en 1970, el arquitecto italiano se pregunta para quién se hace la arquitectura. Es evidente que se trata de una pregunta retórica: todo el mundo coincide en que la arquitectura es para la gente que la habita. Sin embargo, la actitud de gran parte de los profesionales de dedicados al diseño y a la construcción, muestra que su trabajo va dirigido principalmente a los demás arquitectos y a los críticos. Este comportamiento aleja a la gente común de las discusiones sobre la ciudad y la casa.
Parte muy importante de la responsabilidad de comunicar con claridad las ideas arquitectónicas recae sobre quienes nos dedicamos a la escritura crítica. Desde nuestro trabajo podemos contribuir a abrir la discusión a cualquier interesado en ella. Pero en numerosas ocasiones no hacemos más que cerrarla a los pocos expertos en la materia.
Existen otros foros importantes donde sería muy positiva una expresión transparente y abierta sobre la arquitectura, dichos foros son las exposiciones y conferencias públicas.
Hace pocos días se inauguró la XVI Bienal de arquitectura en Venecia, organizada por las arquitectas irlandesas Yvonne Farrell y Shelley Mc Namara con el tema “Espacio libre” . En esta ocasión la arquitecta Rozana Montiel fue invitada para la sección principal y presenta su pieza titulada “Stand ground”, que se traduce como “Defender una postura”, la cual se fundamenta en su trabajo en conjuntos habitacionales en la ciudad de México.
El pabellón de México en el Arsenal se titula “Echoes of a land” (“Ecos de un territorio”), la muestra ha sido curada por Gabriela Etchegaray y Jorge Ambrosi, reúne el trabajo de 21 participantes originarios en su mayoría de la capital y de distintas ciudades mexicanas. Los curadores encontraron la clave del pabellón en la geografía mexicana. Los muros que reciben al visitantes cuentan con bajorrelieves donde se muestran mapas de los estados afectados por desastres naturales, como una invitación de los arquitectos a entender la arquitectura a una escala territorial, alejada de lo local. En un video en el que los curadores responden las preguntas formuladas por la plataforma de internet Archidaily, se nota el uso de un lenguaje técnico difícilmente comprensible para quienes no cuentan con formación arquitectónica universitaria. Es muy difícil explicar la arquitectura a un publico amplio usando conceptos abstractos, mediante términos como territorio, programa, emplazamiento, escala y “la cualidad matérica de la arquitectura”, dichas palabras no contribuyen al esclarecimiento de lo que se presenta, sino a su complejidad.
Lorenzo Rocha