jueves, 4 de abril de 2019

CIUDAD GENÉRICA

En 1995 el arquitecto holandés Rem Koolhaas publicó el
libro “S, M, L, XL. Dentro de esta obra icónica diseñada por Bruce
Mau, se encuentra un manifiesto sobre la pérdida de identidad urbana
titulado “Generic City”, una crítica a la sociedad de su tiempo que
nos conviene revisar ahora.

El manifiesto de Koolhaas comienza con un cuestionamiento muy importante: mientras la identidad local se ha ido perdiendo y cediendo su espacio a la homogenización global, ¿sería posible que la ruptura con la identidad sea una actitud consciente y un esfuerzo liberador de la sociedad contemporánea para romper sus vínculos con la historia y el contexto?
Ahora que han pasado 25 años desde la publicación del texto, quizá haya que hacer algunas precisiones sobre las declaraciones de Koolhaas, sobre todo acerca de sus falacias lógicas. Si bien es verdad que la globalización ha diluido buena parte de los valores cultuales locales, ciertamente no ha borrado en absoluto el contexto, al contrario, la homogenización de la arquitectura ha reforzado al entorno de las obras. Cuando las franquicias comerciales, los supermercados, los aeropuertos tienden a ser muy parecidos entre ellos y aplican modelos y diseños que son prácticamente iguales en cualquier lugar del mundo, en la práctica refuerzan el contexto. Veamos por ejemplo las cafeterías Starbucks, al construirse todas iguales (salvo por sutiles matices, que a su vez provocan que en realidad todas sean diferentes) y por lo tanto carecer de carácter propio derivado de su localización, provocan que las personas los identifiquen por sus pequeñas diferencias o bien por aquella arquitectura o contexto urbano que les rodea. Aunque sus diseños interiores y fachadas sean casi iguales, y los productos que ofrecen sean siempre de la misma calidad, una persona acostumbra frecuentar uno o varios Starbucks en particular, que son de su preferencia, tal vez por el barrio donde se encuentran e incluso por ciertas características que los diferencían, por ejemplo, que se encuentren dentro de un centro comercial, en una calle emblemática, o incluso que cuenten con estacionamiento o bonitas vistas, todas ellas características contextuales.

El centro histórico y la periferia moderna no son conceptos opuestos como lo afirma Koolhaas y el segundo no está subordinado al primero, nuestros tiempos llaman a realizar análisis menos maniqueos y muchos más orgánicos que abarquen la complejidad de la arquitectura en su relación con la sociedad.
Lorenzo Rocha

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Buscar este blog

Seguidores

Archivo del blog

Contribuyentes