jueves, 13 de mayo de 2021

COOPERATIVAS DE VIVIENDA

Dentro de los factores que se discuten debido a la escasez de vivienda asequible en las ciudades mexicanas, se ha omitido el planteamiento de las cooperativas para la construcción de vivienda. En otros países como España y Uruguay es un modelo que ha alcanzado un notable desarrollo. Las cooperativas de vivienda son asociaciones civiles dentro de las que se agrupan personas que requieren de una casa o apartamento y que están dispuestas a aportar tiempo y conocimientos para su realización. Como son asociaciones sin ánimo de lucro, gozan de importantes ventajas fiscales y sus costos son reducidos, ya que no existen márgenes de ganancia para los socios.
El proceso que siguen estas cooperativas es en primer lugar la adquisición del suelo edificable, este es el paso más difícil, ya que para ello deben contar ya con los recursos para adquirirlo. Además el suelo urbano es uno de los bienes más codiciados en la ciudad, debido principalmente a su potencial lucrativo, asi que la competencia por el suelo es muy dura. 
Una vez que los miembros de la cooperativa han conseguido el terreno, deben trabajar en el proyecto, en la gestión de permisos y en los aspectos técnicos de la construcción. Si dentro de los socios hay personas con conocimientos legales, técnicos y prácticos es mejor, en caso de no haberlas, se deben contratar dichos servicios.
Después de ello, si la cooperativa tiene éxito con su proyecto, se pueden admitir nuevos socios que deben seguir los estatutos redactados en la constitución de la sociedad, que contemplan todos los casos y reglas de convivencia y cambios de situación de sus miembros. Esto tiene la ventaja, al igual que los actuales regímenes condominiales, de regular el uso y enajenación de las viviendas en asambleas legales y democráticas. 
Los arquitectos jóvenes en busca de nuevas oportunidades deberían tomar muy en serio estas opciones, al igual que los gobernantes de las ciudades, que están más preocupados por el mercado inmobiliario, que con las legítimas necesidades de las personas.
En Barcelona hay un ejemplo muy interesante de vivienda cooperativa llamado La Borda. Además de su innovador modelo de organización, aporta un uso de los materiales muy destacable. Este proyecto fue reconocido por la fundación Mies van der Rohe con el premio Simon en 2020.
Lorenzo Rocha

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Buscar este blog

Seguidores

Archivo del blog

Contribuyentes