jueves, 25 de agosto de 2022

ARQUITECTURA ICÓNICA

Walter Benjamin reflexionó profundamente acerca de la relación entre la imagen artística y la propaganda publicitaria y política, en su ensayo La obra de arte en la época de su reproducción mecánica: “La masa distraída, hace suya la obra de arte. La arquitectura es un ejemplo claro, desde siempre los edificios son el prototipo de la obra de arte recibida al mismo tiempo distraída y colectivamente.”

La aproximación a la arquitectura como obra de arte es siempre distraída. En nuestro tránsito cotidiano por la ciudad, nos encontramos con gran cantidad de edificios diseñados a conciencia, sin apenas fijar nuestra atención total en ellos. La experiencia sensorial del espacio habitable es de enorme complejidad, va desde estímulos visuales, auditivos, táctiles, hasta la sensación de la temperatura o de la respiración por efectos de la correcta o escasa ventilación de las habitaciones.
La fotografía relacionada con la arquitectura provoca un efecto simplificador de las formas arquitectónicas, reduce la complejidad sensorial a una sola imagen y en ocasiones extremas incluso a la abstracción de la imagen, convertida en un ícono gráfico, en un logotipo. Benjamin escribió: “Cualquiera habrá notado que un cuadro (pero sobre todo una escultura, e incluso una obra arquitectónica) se presta a ser aprehendida en foto mucho mejor que en la realidad.”
Es común que algunas empresas, gobiernos o museos utilicen estos dibujos como parte de su imagen gráfica y publicitaria. Por ejemplo, las Torres de Satélite, esculturas arquitectónicas diseñadas y construidas por Mathias Goeritz y Luis Barragán en los años cincuenta, han servido para infinidad de propósitos gráficos de todo tipo, desde comercios de barrio, compañías de transportes, ayuntamientos y muchos otros más.
El proceso de producción de la arquitectura icónica es parte fundamental del papel que la arquitectura moderna ha jugado en la masificación de la cultura, hasta el extremo de convertir las imágenes de los edificios en contenidos publicitarios al servicio de la sociedad de consumo.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 18 de agosto de 2022

ESTÉTICA POLÍTICA

Jacques Ranciere ha definido en su libro “La división de lo sensible”, a la estética como: “Una delimitación de tiempos y espacios, de lo visible y lo invisible, de la palabra y el ruido, de lo que define a la vez el lugar y el dilema de la política como forma de experiencia. La política se refiere a lo que se ve y a lo que se puede decir, a quién tiene competencia para ver y calidad para decir, a las propiedades de los espacios y las posibilidades del tiempo.”

Para Ranciere, prácticamente la estética actualmente se ha transformado en sinónimo de política y apunta hacia el final de las artes y la belleza puras, haciendo de todas las manifestaciones artísticas, maneras de alcanzar fines y propósitos específicos, con tendencias políticas e ideológicas claras. En ese sentido, toda la belleza que podemos percibir en las artes visuales, escénicas y en el diseño en todas sus formas, incluida la arquitectura, es solo “belleza adherente” en los términos descritos por Kant en su tratado “Crítica del discernimiento”. Ya desde el siglo XVIII, Hegel había señalado esta relación entre los fines y medios en los siguientes términos: “La arquitectura es el arte de la externalidad por el hecho de que en la escultura el interior espiritual, que en la arquitectura sólo podía insinuarse, habita en la forma sensible y en su material exterior, de modo que ambas dimensiones se acuñan la una en la otra sin predominar ninguna.” Hegel entonces señalaba que las diferencias esenciales entre ambas, radican en si este objeto externo se concibe como un medio para un fin distinto a sí mismo, o bien, si se le considera independiente de dicho fin, pero al mismo tiempo, subalterno a éste.
Durante la primera mitad del siglo XX se planteó una discusión muy importante acerca de la “politización de la estética y la estetización de la política”, estas ideas tuvieron una estrecha relación con el “engaño de las masas”, un concepto ampliamente tratado por los filósofos críticos: Max Horkheimer, Theodor W. Adrono y Walter Benjamin. Obras suyas como “Dialéctica de la ilustración” y “El arte en la era de su reproducción mecánica”, discuten a las artes como instrumentos al servicio del poder y del capital.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 11 de agosto de 2022

CIUDADES EXCEPCIONALES

Paul Ricoeur, trata el tema de la memoria y la cultura en los siguientes términos:  “Parece como si la humanidad, al enfocar en masse una cultura de consumo básico, se hubiera detenido también en masse en un nivel subcultural.  Así llegamos al problema crucial con el que se encuentran las naciones que están saliendo del subdesarrollo.”

Después de las motivaciones económicas, como las fuerzas fundadoras de las ciudades, están probablemente las fuerzas sociales y de modo preponderante, la política. La concentración densa de las personas en el espacio geográfico, permite un control más eficiente de la población por parte de sus gobernantes. También brinda mayores posibilidades de difusión de las ideas, mediante el intercambio humano en los espacios públicos (reales y virtuales), dichas ideas generadas por la clase política, constituyen su fuerza en el momento de las votaciones y de cualquier proceso electoral a cualquier nivel: desde la manzana, el barrio, el distrito, hasta la ciudad entera.
En muchas ciudades contemporáneas se verifica una forma de “Estado de excepción”, que por otro lado se confunde y se considera la norma. En ellas habita gran cantidad de gente que carece de derechos ciudadanos, los menores de edad, los inmigrantes, los refugiados y otros muchos más. Un buen número de ciudades en Asia, la península arábiga y en las regiones que anteriormente pertenecían a la Unión Soviética, se han emitido leyes especiales que difieren de las normas estatales a nivel nacional. 
Estas ciudades permiten conductas distintas a las de los países en los que se encuentran. Por ejemplo, si el país es musulmán y prohibe el consumo legal de alcohol, en su capital habrá una exención tácita o explícita a esta norma. Estos países ofrecen amplias ventajas e incentivos fiscales y comerciales a los inversores extranjeros que decidan instalar sus negocios allí. Dentro de esta amplia gama de ofertas urbanísticas “novedosas” se incluyen aquellas apoyadas en los discursos ecológicos y de alta tecnología informática, por las ciudades de “carbono cero” o “inteligentes”. Todas ellas estrategias económicas y sostenidas por políticas dirigidas a la atracción de capitales extranjeros.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 4 de agosto de 2022

FORMA Y VIDA

Theodor W. Adorno y Max Horkheimer, escribieron en su clásica obra Dialéctica de la ilustración, en 1944:  “Los proyectos urbanísticos que deberían perpetuar, en pequeñas viviendas higiénicas, al individuo como ser independiente, lo someten tanto más radicalmente a su contrario, al poder total del capital”. Criticaron a la arquitectura como entidad colaboradora de la industria cultural como engaño de las masas. 
Las relaciones sanas de una comunidad no dependen directamente de las formas arquitectónicas ni urbanísticas. Desde luego un ambiente correctamente diseñado contribuye al buen desarrollo humano de sus habitantes, pero no es el factor que lo determina. Tampoco su salud está estrictamente ligada al nivel económico de sus pobladores.
La cuestión urbana general es bastante más compleja, pensemos en dos situaciones distintas, la primera, un barrio poblado por personas con escasos recursos y construido de manera informal, sin la participación de profesionales de la ingeniería ni de la arquitectura. Al mismo tiempo, consideremos otra situación, una urbanización totalmente tecnificada con todos los avances en eficiencia energética y con el diseño más vanguardista posible. ¿Concluiríamos sin mayores consideraciones que el primero es un foco de conflictos sociales y el segundo es ejemplo de perfecta armonía? Habría que proceder con cautela antes de dar una respuesta. En primer lugar una situación no existe en total aislamiento de la otra, ambas actúan en conjunto, por lo que los problemas de una pueden afectar a la otra. Además de ello habría que ver con más detenimiento si es que la comunidad del barrio pobre tiene o no mecanismos internos de solidaridad y cooperación entre vecinos, o si en el barrio rico hay una diversidad y cohesión social suficiente para considerarlo saludable socialmente.
Quizá lo único que podríamos decir con certeza es que un entorno sano socialmente es posible en cualquiera de las dos situaciones, independientemente de la forma que tienen.
Lorenzo Rocha

 

miércoles, 3 de agosto de 2022

Imaginación crítica (17 radio)

 

El próximo miércoles 17 de agosto a las 12:00 (México), 19:00 (Bilbao), conversaremos con Jokin Aspuru sobre la imaginación crítica.

Sintonicen 17radio.org 

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