jueves, 31 de octubre de 2024

UTOPÍA PASTORAL

William Morris (1834-1896) fue un arquitecto, artista y escritor inglés que reaccionó en contra de la industrialización. Es muy conocido por sus muebles, ediciones y decoraciones artesanales y por haber escrito en 1890 la novela de ciencia ficción “Noticias de ninguna parte”.
La Revolución Industrial, acarreó muy pronto en la segunda mitad del Siglo XIX, las críticas de los intelectuales ingleses y estadunidenses, quienes vieron el deterioro ambiental dramático provocado por el uso del carbón vegetal para impulsar las máquinas de vapor. La contaminación del aire y del agua, el hacinamiento en los barrios obreros de las ciudades, la suciedad y la miseria, generaron reacciones contrarias a la industrialización desde sus etapas tempranas. William Morris fue uno de los primeros representantes de un movimiento cultural que intentaba poner el foco en los problemas del progreso industrial, llamando aun retorno a la vida en el campo, a la agricultura y ganadería, a recuperar los oficios artesanales opuestos al diseño industrial. Esta tendencia a una “Utopía Pastoral” fue compartida por otros reformistas ingleses como Ebenezer Howard, quien escribió en 1898 “Ciudades Jardín del mañana”, un libro que ejerció una gran influencia sobre el desarrollo de las ciudades durante el Siglo XX. Las ideas de ambos fueron llevadas a extremos más radicales en los Estados Unidos, en 1867, Henry David Thoreau escribió “Walden”, un relato del período que el autor, un rebelde innato, pasó alejado de la civilización; on, viviendo una cabaña alejada de las ciudades y procurando su propio sustento sin ayuda de productos manufacturados industrialmente. Algunos escritores como Edgar Allan Poe exaltaron las bondades estéticas de la naturaleza en sus libros, los cuales describen parajes que se disfrutan sin ninguna intervención humana, ambientes aislados y solitarios donde contemplar la naturaleza.
Es posible que dichos pensamiento animaran poco después a los planificadores de la ciudad de NuevaYork, en particular a Frederick Law Olmstead, a proponer el Parque Central, que es un gran rectángulo de aparente naturaleza, colocado en el corazón de la isla de Manhattan en 1858, en la metropolis mas densamente urbanizada del Siglo XX. En nuestros días debemos reconsiderar la importancia del equilibrio ecológico y la necesidad de planificar las ciudades de un modo distinto al actual, que asume irracionalmente que los recursos y el espacio planetario son infinitos. 
Lorenzo Rocha

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Buscar este blog

Seguidores

Archivo del blog

Contribuyentes