Algún día visitaré Taos, Nuevo México. Tengo especial interés en conocer la arquitectura del pueblo de los Tihuas, que se compone de bloques apliados de adobe que recuerdan mucho a las construcciones desérticas de Casa Grandes en Chihuahua.
Existe además de la arquitectura un interés ligado a la literatura, ¿qué tendrá este lugar, que atrajo tanto la atención de escritores del siglo XX? Gracias al poder de convocatoria de Mabel Dodge Luhan, una mujer intelectual de Nueva York quien se mudó a Taos en los años veinte, se instalaron en su rancho por distintos períodos, artistas como Georgia O’Keefe, los escritores D.H. Lawrence, Aldous Huxley y Robinson Jeffers y el psicólogo Carl Jung.
Pero seguramente no fue solamente el carisma de Dodge lo que inspiró a estos artistas y científicos, el lugar debe haber tenido una energía especial, derivada seguramente de las comunidades indígenas que allí habitan y que aún hoy en día mantienen con vida sus religiones y rituales animistas.
Sin la mediación de Dodge y probablemente siguiendo la pista de Huxley, también el célebre Carlos Castaneda, menciona a Taos en su libro Las enseñanzas de Don Juan escrito en 1968.
Durante su estancia en Taos, D.H. Lawrence escribió Viva y muera México, un libro de notas sobre sus viajes a Taos y México y La serpiente emplumada, una novela donde muestra mediante personajes ficticios su “peregrinar salvaje” por el territorio desconocido e indígena de México, ambos fueron publicados en inglés en 1927.
Finalmente destaca otro escritor inglés, Aldous Huxley, famoso por libros como Las puertas de la percepción y Un mundo feliz (este último ambientado precisamente en un lugar desértico como Taos). Huxley también viajó a México en compañía de Edward James (pero esa es otra historia y será contada en otra ocasión). Mientras se hospedaba en la casa de Mabel Dodge Luhan, Huxley escribió Fines y medios, un libro de ensayos publicado en 1937 que comienza con un epígrafe de lo más curioso: “Este libro es una combinación de un intenso esfuerzo intelectual con una sinceridad artística emocional, que es lo más escaso y necesario en el mundo de hoy”.
Lorenzo Rocha
No hay comentarios:
Publicar un comentario