jueves, 22 de octubre de 2015

LA GRAN SEQUÍA

Calles desiertas, edificios anónimos, cables, carreteras elevadas donde casi no pasan coches, cielos grises, grafitti, anuncios publicitarios, no hay casi signos de vida, apenas si se ve algun perro detrás de la reja de una pequeña y pobre casa. ¿Qué lugar es este? Parece una gran ciudad que ha sido abandonada por algún desastre biológico, como el ambiente de una película futurista de ciencia ficción. Pues se trata de Sao Paulo, la ciudad más grande de Brasil, una metropolis de 11 millones de habitantes, la quinta ciudad más poblada del mundo, si se cuentan sus áreas conurbadas (aproximadamente 20 millones, casi la misma población que la ciudad de México). El cambio en el régimen pluvial de la ciudad ha sido una preocupación durante los últimos 50 años, la sequía ha casi agotado las reservas de la ciudad y el ayuntamiento ha debido hacer cortes periódicos en el suministro de agua, en las zonas perífericas solamente hay agua corriente durante dos horas al dia.

Estas son las imágenes que Ronald Ansbach nos presenta de su ciudad en el libro "A Grande Seca" (Editorial Madalena/Terceiro Nome, 2015). Una colección de fotografías muy cuidadosamente realizadas, con cualidades estéticas innegables y con una gran carga socio-urbanística. El arquitecto y fotógrafo brasileño ha optado por recorrer Sao Paulo en todas direcciones, de modo aleatorio, buscando los lugares y edificios que pudieran ayudarle a expresar la esencia de su ciudad. Él mismo afirma: "He llegado a comprender que Sao Paulo se resiste a las simplifaciones y solamente se la puede entender de modo fragmentario".

Los fragmentos de la ciudad que componen su colección de fotografías, ciertamente no coinciden con las imágenes que todos conocemos de la ciudad. Intencionalmente no están retratadas en el libro las grandes obras modernistas de Oscar Niemeyer, Lina Bo Bardi o Paulo Mendes da Rocha. Los edificios emblemáticos de la ciudad como el Copan, la Bienal, el Museo de arte moderno, la Casa de vidrio o la Capilla de San Pedro Apóstol, están ausentes de su mirada. ¿Pero acaso no son así todas las ciudades? La arquitectura icónica siempre es una minoría marginal.

El propio autor responde: "La 'sequia' en verdad es una metafora para la crisis urbana que vivimos y que corre en paralelo a una crisis ambiental muy fuerte. Y ambas son alimentadas por la ausencia, el abandono de lo que es colectivo, publico." La imagen que hemos construido de las "vibrantes" metrópolis modernas, coincide poco con sus realidades. Estamos en una época en la que la representación es más poderosa que la experiencia, visitamos lugares para hacer fotografías y borramos las que no nos gustan. Por eso es refrescante ver por primera vez imágenes del Sao Paulo que "no se ve en las fotos".

Lorenzo Rocha

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