En 1880 la ciudad de México tenía una extensión aproximada de nueve kilómetros cuadrados, hoy en día la zona metropolitana cubre un área de 1485 kilómetros cuadrados. El crecimiento de nuestra ciudad a lo largo de los últimos 150 años ha superado por mucho nuestra capacidad de abstracción. A finales del Siglo XIX el límite de la ciudad hacia el sur era el acueducto que se encontraba sobre la avenida Chapulepec, la Ciudadela quedaba a los límites de la ciudad.
El municipio de Tacubaya estaba fuera de la ciudad de México, era necesario tomar una carreta tirada por mulas que salía del Zócalo para atravesar los llanos y tomaba un par de horas llegar hasta él. No es sino hasta 1910 que Tacubaya, la Romita y otros pueblos aledaños aparecen en el mapa de la ciudad. Este proceso de conurbación de los pueblos que circundaban a la ciudad continuó durante los siguientes años, cada vez con mayor velocidad, hasta que en 1930 también Mixcoac, Xola y Coyoacán habían sido envueltos por la mancha urbana.
En Tacubaya aún es posible visitar el edificio del antiguo ayuntamiento, se encuentra sobre la avenida Revolución, en la esquina con la calle José María Vigil. A un lado se encuentra la Parroquia de la Candelaria y cruzando la avenida Revolución está un pequeño parque que una vez fue la Alameda de Tacubaya, antes de que la avenida Parque Lira la partiera literalmente en dos.
En los años sesenta la construcción del Viaducto Miguel Alemán y el Anillo Periférico terminaron con la vida apacible y tranquila de Tacubaya, dejándola casi como un residuo urbano entre las vías de alta velocidad, que con su ruido, humo y peligros, acabaron por convertir al antiguo pueblo, en un lugar inhóspito y degradado.
En la calle Gaviota, que fue el cauce de un arroyo, aún se encuentra el Hospital Escandón, creado en 1907 para atender a la población de bajos recursos. A unas cuantas calles, se encuentra aún funcionando la Iglesia de la Santísima Trinidad, construida en el Siglo XVI, la iglesia sobrevive aunque se encuentra casi materialmente bajo el segundo piso del Periférico. En la calle Manuel Dublán, a unos pasos de la estación del metro Tacubaya subsiste aún el Colegio Luz Saviñón, y en frente se encuentra la Primaria Guillermo Prieto, a las cuales se accede prácticamente entre los microbuses.
Tacubaya es una de las pruebas de que nuestra ciudad creció a un ritmo mucho más acelerado que nuestra capacidad de evolución y adaptación. Sin embargo, todo en la ciudad es reversible, y ahora es un buen momento de comenzar a cuestionar lo que nuestros antepasados y nosotros mismos siempre entendimos como desarrollo urbano.
Lorenzo Rocha