miércoles, 12 de abril de 2017

REFLEXIONES

Los momentos más propicios para reflexionar son los momentos de paz, como los días de descanso o inactividad. He aprovechado estos días de vacaciones para pensar en mi actividad como crítico. Desde hace más de una década he tenido el privilegio de contar con el presente espacio en el cual puedo compartir mis reflexiones con ustedes (los lectores). Por ello les estoy muy agradecido, ya que este espacio de reflexión se ha convertido con el paso de los años, en el eje estructural de mi pensamiento.
Es cierto que lo que aquí se plantea y se discute, tiene que ver con el espacio, la arquitectura, el urbanismo, el arte y la política, lo cual excluye a las ideas aquí plasmadas del interés de todo el público, en especial de quienes carecen de información sobre los temas de los cuales escribo semanalmente.
¿Acaso la arquitectura, la ciudad y el arte no deberían ser temas abiertos a todo el público? De hecho sí lo son, ya que todos habitamos el espacio arquitectónico, todos vivimos en ciudades grandes o pequeñas y a todos nos atañen los conceptos del arte y más aún de la política, no necesariamente aquella que involucra a los políticos, sino la política que ejercemos como miembros de la polis o de las metrópolis como la nuestra.
Aunque no se trate de expertos, todos los ciudadanos pueden y deben opinar sobre la arquitectura, ya que se trata de una forma de arte que afecta y está presente en las vidas de todos nosotros. Quizá el gremio de los arquitectos se ha convertido en un grupo críptico y oscuro, motivado por la defensa y protección de su campo de conocimiento. Sin embargo, cualquier persona que ostente un título profesional debería ser capaz de expresar sus ideas con claridad y dejar la terminología técnica para comunicarse con sus colegas profesionales.
La arquitectura es una actividad muy compleja, pero la experiencia de los espacios arquitectónicos es muy fácilmente descriptible. Cualquier persona puede juzgar la buena o mala calidad de la arquitectura y tiene pleno derecho de hacerlo, ya que las casas y los edificios son para las todas personas que los habitan. Todas las personas pueden expresar con mucha facilidad su apego o rechazo al lugar donde viven o trabajan, al barrio por el que transitan e incluso a las obras de arte que se encuentran en la vía pública o en el interior de los museos y galerías de arte.
La interpretación de los valores estéticos del arte y de la arquitectura corresponde a los críticos, teóricos e historiadores, por desgracia, dichas reflexiones críticas no pueden ser expresadas con sencillez, ya que corresponden a diálogos académicos para los cuales es necesario prepararse y estudiar.
Por lo tanto, existen foros adecuados para cada tipo de discusión y no todos ellos están abiertos al público que no se encuentra inmerso en el ámbito profesional al que pertenecen. Pero de todos los foros, el más democrático es la prensa, y la información disponible en linea, ya que no va dirigida a ningún especialista y es posible que el lector tenga acceso a ella mientras espera su turno con el médico, cuando viaja en metro o tren, espera un autobús, en un avión o en el vestíbulo de una oficina.

De nuevo me siento muy afortunado de comunicarme con tanta gente a quien no conozco y espero que aprecien mis opiniones sobre los espacios que habitamos cotidianamente.
Lorenzo Rocha

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