Buena parte del esfuerzo y trabajo de los arquitectos modernistas fue minimizar el espacio habitable, tarea prioritaria en su época debido a los escasos recursos económicos y reducido suelo urbano disponible, tras la destrucción causada por las dos guerras mundiales.
Los espacios dedicados al arte, las galerías y museos públicos y privados, han planteado el problema arquitectónico orientado a conseguir los espacios más luminosos, neutros y amplios posibles para la exposición de las obras. Los mejores arquitectos han experimentado durante décadas hasta el cansancio (el suyo y del público) para conseguir grandes salones de exposición sin pilares, ni muros divisorios, donde predomine el blanco y la luz natural. Renzo Piano, David Chipperfield, Frank Gehry, Richard Meier, Tadao Ando y muchos más, han ensayado sistemas estructurales y cubiertas translúcidas de todas las formas posibles, para conseguir sus objetivos. Tanto han construido alrededor del mundo que contrariamente al planteamiento modernista del “Cubo blanco”, los arquitectos han convertido a estos edificios en piezas icónicas, que han sublimado la labor del Estado y de las fundaciones privadas, en lugar de plantear espacios críticos que cuestionen el papel de las instituciones culturales frente a la sociedad.
Las ideas de los arquitectos estelares han permeado desde lo más alto hasta la base de la arquitectura que se ha hecho recientemente, la vivienda sigue siendo concebida como un bien de consumo con espíritu comercial, donde los mayores beneficios los obtienen los promotores antes que los usuarios: el máximo de ganancia con el mínimo de espacio habitable.
La arquitectura futura debería hacerse de tal manera que el ego del autor y el poder del promotor pasen a segundo plano, para que los habitantes se conviertan en los protagonistas de los proyectos. Espero que las crisis actuales nos ayuden a percatarnos de que la tecnología nos permite tener espacios más generosos con menores recursos. Sería deseable comenzar la búsqueda de la vivienda máxima y dejar el minimalismo como una idea del pasado.
Lorenzo Rocha