jueves, 24 de noviembre de 2022

TIPOLOGÍAS

Tradicionalmente los arquitectos han combinado su labor profesional, con el trabajo docente. Muchos famosos maestros modernos fueron profesores y directores de escuelas importantes durante los años de la posguerra, basta mencionar a Walter Gropius en Harvard, y a Ludwig Mies van der Rohe en el IIT.

Las tipologías arquitectónicas derivan de los proyectos tratados como casos de estudio. Este método proyectual se utiliza principalmente en la producción de vivienda multifamiliar, que es tradicionalmente el programa que dio origen a dicha forma de trabajo intelectual.
Cuando se plantean proyectos arquitectónicos para ser desarrollados por estudiantes universitarios, el proceso es radicalmente distinto al que se seguiría si dichos proyectos se desarrollaran en oficinas dedicadas a la práctica profesional. En el ámbito escolar, los proyectos se plantean de modo tipológico, no se trata concretamente de servicios profesionales, ya que el promotor, el cliente y los usuarios del proyecto son hipotéticos. Tampoco se persigue el cumplimiento estricto de las normas, reglamentos de construcción, ni especificaciones técnicas establecidas para los casos específicos y desde luego, no se toman en cuenta cuestiones de tipo financiero y presupuestal, como se haría en los proyectos reales.
Por esta razón, los proyectos escolares son casos de estudios, que se plantean y desarrollan de manera más libre y con intenciones didácticas. También los estudios de arquitectura pueden dedicar algo de su tiempo y esfuerzo en desarrollar tipologías, casos y variantes que pueden ser de utilidad, como una especie de catálogo de soluciones posibles a problemas que se presentan con frecuencia en las práctica profesional.
El profesional que dedica parte de su tiempo a la docencia sin duda aporta sus conocimientos y experiencia a los estudiantes, pero también aprende y se ejercita mentalmente durante las sesiones de asesoría dentro de la escuela. Por lo tanto existe  un intercambio de dos vías entre profesor y alumno que se debe valorar como un importante lazo social.
Lorenzo Rocha

 

miércoles, 23 de noviembre de 2022

Casos de estudio (17 radio)

 

El próximo miércoles 30 de noviembre a las 12:00 (México), 19:00 (Bilbao), conversaremos con Jorge Tarrago sobre las tipologías arquitectónicas.

Sintonicen 17radio.org 

miércoles, 16 de noviembre de 2022

AUTOCONSTRUCCIÓN

“Es esencial distinguir entre la arquitectura como ‘objeto’ y la arquitectura como ‘sistema’. Gracias a que la arquitectura de la barriada está basada en un sistema, ésta puede responder a las demandas cambiantes y se deja en manos del propio usuario, es un vehículo que el usuario puede dirigir en direcciones imprevisibles y alternativas.” John F.C. Turner

La autoconstrucción de vivienda, o mejor dicho, el derecho individual que tiene cualquier persona de construir su propia casa, existió siempre en la antigüedad, pero se perdió a partir de la migración del medio rural al urbano y de la explosión demográfica, comenzada en el siglo XIX.
Algunos lo llaman el ‘derecho de autoproducción de vivienda” y ya figura entre los derechos constitucionales en muchos países, pero la pregunta es ¿quien puede evitar o prohibir a una persona que viva y construya como mejor le parezca y de acuerdo a sus propios recursos?
Este es sin duda, un tema extremadamente incómodo para los gobernantes, los técnicos (arquitectos e ingenieros) y para el conjunto de la sociedad. Es casi imposible encontrar un punto medio en la discusión sobre los asentamientos irregulares en la periferias urbanas. Las posturas van desde el extremo de la descalificación e identificación de dichas prácticas como ilegales e ilícitas y por lo tanto, sancionables mediante el uso de la fuerza estatal, hasta el extremo opuesto, la sobrevalración de las dinámicas informales de ocupación del suelo y edificación progresiva de la casa familiar. Unos lo ven como el problema, los otros como la solución.
El arquitecto y teórico inglés John F.C. Turner, quien trabajó principalmente en Lima durante los años setenta, es un defensor entusiasta de la autoproducción y ha aportado textos muy interesantes para cualquiera que desee documentarse en el tema. Él define a la vivienda como un verbo, como una acción, no como un objeto o sustantivo, que es el modo como el mercado y la administración concibe el hábitat. Sus ideas son aplicables a contextos donde la mayoría de las personas tienen escasos recursos, afirma que se obtienen mejores resultados que en las economías poderosas que carecen de lugares adecuados para alojar a la gente pobre.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 10 de noviembre de 2022

IMITACIONES

Una máxima muy importante para los arquitectos de hoy en día y también para sus clientes: “Siempre lean la letra pequeña y cuídense de las imitaciones baratas”.

A las personas que encargan proyectos a diseñadores y arquitectos: ¡Tengan mucho con la imitaciones baratas! También advierto a los profesionistas del proyecto que ayuden a sus clientes a protegerse de sus deseos impuros, nunca les hagan una casa “colonial” o un “chalet suizo”, por más que insistan. Sugiéranles una mejor solución, por ejemplo, comprarse una casa del siglo XVI en un pueblo del Bajío o mudarse a Suiza y vivir en una casa rural auténtica.
Es cierto que los habitantes de los proyectos que hacemos no están obligados a saber las profundas diferencias de calidad que existen entre las obras auténticas y las imitaciones baratas, pero es nuestra responsabilidad como profesionales explicárselos. Es muy legítimo que una persona desee la calidez de ciertos materiales como la madera, la piedra de cantera, el barro cocido y que lo consigan en sus viviendas. En la arquitectura contemporánea puede ser incluso posible el uso de algunos elementos vernáculos como las bóvedas de ladrillo, las techumbres construidas con vigas de madera o los arcos de piedra, siempre que estos elementos no sean falsos ni añadidos por encima de otro sistema estructural y constructivo distinto.
Existe un caso my gracioso en Bilbao, que aconteció cuando se realizaron las obras del metro, alrededor de 1995. Es conocido por todos, que los proyectos para las estaciones urbanas fueron realizados por el arquitecto Norman Foster. Sin embargo, en los municipios externos al área central, el metro ocupó las vías del antiguo tren de cercanías que tenía estaciones que databan del siglo XIX. Al parecer estos municipios no fueron contemplados dentro del plan urbano del ayuntamiento y debieron construir sus estaciones con recursos propios, creando imitaciones de muy baja calidad de los diseños del arquitecto inglés. 
A las salidas del metro en estos lugares, la gente las llama “Fosteritos”, ya que se trata de estructuras que imitan de manera muy burda a sus similares en el centro de la ciudad. Lo que en la versión original son arcos de sección redonda de acero inoxidable cubiertos por cristales curvos fijados con sujeciones independientes de la estructura, en el extrarradio son una casetas cuadradas un tanto inclinadas construidas por herreros comunes y corrientes, que no se parecen casi en nada a las originales.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 3 de noviembre de 2022

MENSAJES CIFRADOS

El significado de la arquitectura —de un edificio, un jardín o cualquier artefacto efímero que sirva como encuadramiento para los actos humanos— se entiende del mejor modo como una forma gestual del lenguaje.” Alberto Pérez Gómez

La estética, ademas de ocuparse de estudiar la belleza y los fundamentos filosóficos de las artes, también contempla todo tipo de conocimiento adquirido mediante las experiencias sensibles, lo cual queda claramente expresado en la propia raíz griega de la palabra, Aisthesis que significa “sensación”.

Muchos de los arquitectos, diseñadores y urbanistas no son conscientes de ello, no le dan mucha importancia al hecho de que comunican conceptos mediante sus diseños y que estos conceptos son nada menos que los valores de la cultura dominante. Por ejemplo, los edificios corporativos son en sí mismos, anuncios publicitarios de las compañías a las que albergan. En particular las instituciones financieras, tienen la necesidad de transmitir prosperidad, solidez, innovación, lujo, etcétera y por ello, encargan a los arquitectos que diseñen edificios altos, reconocibles y que utilicen en ellos, la mejor tecnología disponible, los materiales más caros, como el granito, el mármol, e cristal y el acero. Sus diseñadores a estas alturas ya no cuestionan estos requerimientos, podríamos decir que ya son parte de un sistema o de una fórmula comprobada de éxito, que no hace falta ni debe cuestionarse.

Pero lo mismo sucede con casi todos los proyectos, todos ellos responden a estudios de mercado y sus habitantes son individuos homogeneizados por su posición social y poder adquisitivo. Nuestra casa nos representa, dice quienes somos, no deja casi lugar a dudas. No es necesario que ostente un letrero que diga “El hogar obrero”, como en algún tiempo se acostumbró. La arquitectura y el diseño actuales tienen muy poco márgen para la experimentación en gran parte porque los arquitectos y diseñadores hemos renunciado a ella, en pos de obtener mejores encargos y mayores beneficios económicos. Hoy en día casi no existe diferencia entre la ciudad y los edificios, respecto a la cultura urbana y arquitectónica, ambas dimensiones parecen haberse fusionado.

Lorenzo Rocha

 

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