En el norte de Italia existe un dicho popular que declara: “La verdura es lo que mejora a la arquitectura”
La vegetación es un elemento esencial de la composición arquitectónica. No hay fachada, patio ni calle que pueda verse bien sin la ayuda de los árboles, las jardineras y los parques.
En México tenemos la fortuna de contar con un clima excelente a lo largo de todo el año, sin frío ni calor extremos, que favorecen a las plantas que se mantienen verdes durante todo el año. Ahora está finalizando la primavera, esta época donde apreciamos tanto la floración de los árboles de jacaranda y los arbustos de bugambilia.
En “el Mexicanito” (apodo del parque Winston Churchill), un parque renovado hace cuatro años por el gobierno de la ciudad de Mexico, he descubierto una combinación notable de especies que dan origen a una alfombra floral multicolor. Se trata de una zona cercana al Paseo de la Reforma, en la que existe una jacaranda justa al lado de una acacia. En esta época del año las flores color lila de la jacaranda caen al suelo y se combinan con las flores amarillas de la acacia, entre ambas tapizan el suelo de un tapete de ambos colores que resulta bellísimo.
El arquitecto responsable de la conservación de esta área que pertenece al bosque de Chapultepec debe haberse percatado de este fenómeno, ya que construyó un espacio libre pavimentado con arcilla compactada el cual sirve de base para la hermosa alfombra.
En sus días, Luis Barragán hizo numerosos experimentos con especies vegetales en los jardines tan sublimes que construyó. El arquitecto tapatío creó tanto ambientes íntimos como monumentales, solamente usando muros, fuentes, troncos y distintas especies de árboles como los eucaliptos, los fresnos, los pirules y otras especies. En su propia casa en Tacubaya consiguió dar la sensación de que el terreno era mucho más grande de lo que en realidad era, mediante un pequeño laberinto vegetal. También en la cuadra San Cristobal y en el paseo de los Gigantes en el fraccionamiento de las Arboledas al norte de la ciudad diseñó jardines con espacios de sorpresa y de contemplación, así como largos paseos para ser recorridos a caballo.
En medio de la gran metrópolis que es la ciudad de México, cerca del tráfico y las autopistas, aun subsisten gran cantidad de pequeños oasis de paz que hacen nuestras vidas cotidianas mucho más agradables gracias al diseño de paisaje y a la vegetación.
Lorenzo Rocha