El concepto de “Ciudad unitaria”, explicado por Henri Lefebvre como una fusión entre lo urbano y lo rural (implosiones y explosiones), implica que ya no se puede concebir ninguna comunidad como una entidad externa a la urbanización, lo que lleva a la noción de “Urbanismo planetario”.
Siempre que deseamos transmitir nuestro pensamiento o acción dentro de un campo específico del conocimiento, conviene enfocarlo a lo que mejor conocemos, sin temor a apartarnos de las agendas dominantes o que estén más en boga que la nuestra. La cultura está llena de lemas y de enfoques que responden a su condición contemporánea que tienden a absorber todo lo que está a su alrededor.
Más particularmente estoy pensando en la arquitectura y la ciudad. Cuando algún interlocutor extranjero solicita material para trabajar con estudiantes o para organizar alguna exposición, suele estar interesado más en las situaciones extremas de la ciudad como los asentamientos irregulares o los barrios periféricos donde se viven cotidianamente problemas como la violencia y la marginación social. Pero una ciudad como México tiene infinitas caras y todas ellas en conjunto pueden mostrar lo característico de nuestro entorno tan afectado por la desigualdad y el contraste entre riqueza y pobreza.
En el estudio de lo urbano y lo social no existe el afuera, está todo incluido, el centro y la periferia son interdependientes, no se puede comprender uno sin el otro y todos los matices intermedios entre ambos extremos.
En resumen me parece que es inútil que nosotros mismos intentemos explorar todos los aspectos del universo urbano que habitamos. Seguramente sí podemos crear redes entre lo que mejor conocemos y lo que otros saben con mayor profundidad.
En la ciudad de México hay una gran extensión de colonias históricamente importantes, como Santa María la Ribera, Atlampa, Tabacalera, Guerrero, Obrera, Clavería y muchas otras más, que son mayormente de clase media y que a los ojos extranjeros, resultan menos interesantes que las periferias como ciudad Nezahuacóyotl, Chimalhuacán, Chalco o Ecatepec.
Gran parte de la población que habita en la periferia se desplaza diariamente al centro en trayectos que van de 2 a 4 horas de duración, ya que las fuentes principalmente de trabajo no están en sus colonias. Por estos motivos, es más importante estudiar a las personas, entrevistarlas, trazar sus recorridos, que documentar las zonas urbanas como realidades estáticas, aisladas y autosuficientes.
Lorenzo Rocha
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