La convención de los derechos de las personas con discapacidad, auspiciada por la ONU desde 2006, tiene como propósito: "Promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales, por todas las personas con discapacidad, y promover el respeto de su dignidad inherente”.
Dentro de las ideas del movimiento moderno que caracterizaron a la arquitectura y el urbanismo de a segunda mitad del siglo XX, estuvieron la belleza, la pureza y el orden. Estos conceptos se originaron en la abstracción que el funcionalismo adoptó como tendencia artística y plástica. Con ello, muchos arquitectos y urbanistas se alejaron de la diversidad de las identidades y de las auténticas necesidades de las personas para quienes proyectaron ciudades y edificios. Se puede decir que nuestras ciudades están fundadas siguiendo principios excluyentes.
Los arquitectos modernos rechazaron la idea de que su disciplina es una actividad contingente, que literalmente toca y pone en contacto a sus creadores con los habitantes de los espacios producidos. Es obvio que en la realidad urbana no todo es ideal y no existe un ser humano universal. Se deben tomar ciertos parámetros ergonómicos y físicos que si se pueden considerar como promedios estadísticos útiles para el trabajo de los profesionales. Pero no se puede dejar a fuera a nadie, aunque sea la minoría.
Nuestra ciudad es excluyente, sus transportes públicos, sus aceras, parques y edificios públicos no toman en cuenta a quienes se encuentran en desventaja por cualquier tipo de discapacidad física o mental. La sociedad mexicana ha dejado fuera y con con muy escasas posibilidades a sus miembros que carecen de autonomía y capacidad total de desplazamiento.
No es el caso de ciertos organismos no gubernamentales, de fundaciones, clínicas y centros que sí atienden a quienes pertenecen a cualquier grupo que se encuentra con capacidades disminuidas en cuanto a la vista, el oído, la movilidad y cualquier otra diversidad funcional.
Existe una red de museos en la ciudad que han transformado sus programas educativos, entre los que se cuenta el Museo de arte popular, el Museo del Templo Mayor y muchos otros más, los cuales se atiende a personas con discapacidad y no solo en el interior de sus recintos sino también llevan a cabo actividades culturales en hospitales y centro de atención.
Lorenzo Rocha
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