La ruta ceremonial que cada año recorren los huicholes, habitantes la Sierra Madre Occidental en el norte de México, va desde San Blas en la costa del Océano Pacífico, hasta Real de Catorce en las montañas de San Luis Potosí. Los peregrinos recorren una distancia de aproximadamente 550 kilómetros, durante la cual realizan distintos tipo de rituales, muchos de ellos a modo de danzas, pero todos en espacios abiertos. Es indudable que se trata de una manifestación religiosa, cultural y artística, que a pesar de ser muy antígua, se ha debido actualizar como cualquier otra. La característica principal de la costumbre ancestral de los huicholes es su relación con la naturaleza y la celebración de la tierra. Ninguna otra intervención humana en el paisaje mantiene hoy en día la actitud de integración del ser humano con el resto de los seres vivos e inertes como la que se lleva acabo dentro de la población de origen Huichol. Desde los animales, hasta las rocas tienen un significado animista específico en sus cantos y danzas. Toda la naturaleza es celebrada y tiene un valor simbólico durante este largo camino. Para nosotros, los habitantes de la capital del país, es una experiencia necesaria y casi una obligación conocerla. Contribuir a preservarla, es un esfuerzo realmente urgente, dada la reciente amenaza al entorno, que deriva de las nuevas concesiónes para la explotación minera de la región.
Desde el siglo XIX, numerosos investigadores han estudiado tanto su sistema de creencias como la naturaleza de sus peregrinaciones, mitos y danzas, la antropologa Regina Lira, opina que su territorio es un “espacio habitado por centenares de antepasados deificados que durante las hazañas que dieron origen al cosmos en el caos primordial quedaron esparcidos en el camino en forma de manantiales, lagunas, montañas, cactáceas, cuevas, rocas o peñascos. La rememoración de los ancestros y de sus moradas mediante los cantos y los mitos, nos hacen constatar que el conocimiento de los huicholes está ordenado geográficamente”.
En la sociedad urbana contemporánea los valores del medio ambiente están subordinados al materialismo. Por esta razón, la sobrevivencia de grupos humanos como éste, se encuentra en un estado de extrema fragilidad. Sin embargo, los huicholes han sido capaces de integrar sus tradiciones ancestrales con las influencias de la sociedad actual. Desde esta óptica, nos encontramos frente a la manifestación artística y paisajística más monumental de nuestro tiempo.
Lorenzo Rocha
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