Cuando hablamos de la arquitectura moderna, aquella que ha sido realizada en tiempos recientes, es muy frecuente escuchar discusiones en las que existe una evidente confusión entre modernidad y modernismo. El término Modernidad se refiere a la Edad Moderna, el período histórico que comprende desde la Edad Media, hasta nuestros tiempos. Durante la Edad Moderna ha habido múltiples estilos arquitectónicos que han generado ciclos entre cánones y rupturas culturales. La más reciente de estas rupturas, sucedió al final del Siglo XIX, cuando se desgastaron el academismo y el el eclecticismo histórico como modos de hacer la arquitectura y surgió un estilo nuevo que se denominó Modernismo.
Los historiadores de la primera mitad del Siglo XX, en particular Henry Russell Hitchcock, sostenían que el Modernismo fue el primer estilo internacional, que tuvo ejemplos en casi todos los países del mundo, a diferencia de los estilos anteriores, que se extendieron por zonas geográficas restringidas culturalmente. En 1932, junto con Philip Johnson, organizaron la exposición "Arquitectura moderna: Exposición internacional", a partir de esa fecha se comenzó a etiquetar a la arquitectura moderna como Estilo Internacional. La exposición mostró los proyectos de 37 arquitectos, construidos en 15 países de dos continentes: America y Europa. Las tres características fundamentales de los edificios mostrados fueron: la ausencia de ornamentación, el predominio del volumen sobre la masa y la regularización de los elementos constructivos. Con estos tres elementos se estableció el cánon de la arquitectura internacional, que extendió su influencia a los demás continentes del orbe.
Hasta el dia de hoy, se sigue aceptando irreflexivamente este cánon y cualquier ejemplo distinto se descarta en el medio profesional como arquitectura vernácula o historicista. Solamente la arquitectura modernista es aceptada como arquitectura culta. Sin embargo, existen excepcionales ejemplos que han emanado de la periferia, de países como Australia, Chile, Egipto y México, que aún no cumpliendo con los cánones del modernismo, son considerados como ejemplos relevantes en la historia de la arquitecrtura moderna. Uno de estos arquitectos es sin duda, Luis Barragán, quien según Octavio Paz era un arquitecto moderno pero no modernista. Quizá Paz se refería al hecho de que Barragán cuestionara algunos valores del modernismo, como el predominio del volumen sobre la masa, el cual en sus obras opera a la inversa. Tampoco se puede decir que los espacios de Barragán carezcan de decoración, ya que su uso del color y del agua van mucho más alla de la funcionalidad.
Lorenzo Rocha
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