Durante los últimos años la tendencia urbanística general apunta hacia la redensificación de los centros de las ciudades, en lugar de la expansión de la mancha urbana. Esto está sucediendo en México al igual que en casi todo el mundo.
El espacio urbano es un bien finito, sus límites son las leyes y reglamentos, o bien las variables económicas y técnicas que gravitan sobre la construcción. Este es un hecho que a veces parece ser ignorado por las autoridades, promotores inmobiliarios e incluso algunos académicos. El volúmen del potencial de edificación se mide en metros cúbicos y resulta de la multiplicación del area del suelo edificable por las alturas permitidas, menos las áreas libres obligatorias. Esto es, cuando el predio o manzana en cuestión se encuentra incluido en un plan de zonificación específico y de estricta aplicación.
Las excepciones a la zonificación urbana derivadas de procesos urbanísticos son de varios tipos. La primera de ellas responde a motivos económicos, es la transferencia de potencial de edificación.
Cuando el propietario de un predio decide no utilizar su potencial, como en el caso de instalaciones deportivas u otro uso que no implique la construcción con máxima densidad, éste puede vender dicho potencial al propietario de otro predio. Esto es también aplicable a los inmuebles protegidos por formar parte del patrimonio histórico o artístico y que por sus características no aprovechan el total de su potencial inmobiliario. En algunas áreas, el gobierno ha decidido
retirar las restricciones de zonificación por motivos de desarrollo económico y de atracción de inversiones. En estas zonas excepcionales, los límites son los que impone la técnica constructiva, las capacidades de los ingenieros y diseñadores para realizar excavaciones profundas y estructuras de gran altura. Hay gran cantidad de ejemplos
en el mundo y curiosamente son todos muy parecidos entre sí.
El edificio más alto del mundo es el Burj Khalifa en Dubái, mide 828 metros y tiene 163 pisos. Fue diseñado por el arquitecto Adrian Smith de la firma estadunidense Skidmore Owings y Merrill en 2010. La mayoría de los centros financieros con edificios altos se encuentran en China, en los Emiratos Árabes y en otras naciones asiáticas como Malasia. Al parecer el Occidente ha abandonado la carrera por contar con los edificios más altos, iniciada hace más de cien años en Nueva York y Chicago.
Lorenzo Rocha
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