La planificación urbana moderna introdujo conceptos muy importantes como las ciudades-jardín y la separación entre el trafico vehicular y peatonal, pero no siempre los resultados fueron los esperados.
El destacado urbanista brasileño Cristovao Duarte intervino la semana pasada en el segundo foro de Megaciudades “Extralimitarse”, organizado por 17 Instituto de estudios críticos. El profesor de la Universidad de Rio de Janeiro, expuso sus opiniones y críticas al plano original de Brasilia y a las ciudades satélites que se han desarrollado a su alrededor en los últimos 50 años. En 1957 el arquitecto Lucio Costa escribió algo muy interesante en su propuesta para el concurso del plano regulador de la ciudad, él afirmaba que su propuesta no pretendia concursar sino solamente señalar una forma que ya existía en el lugar debido a su geografía. Así surgieron sus dos ejes, el este-oeste (Monumental) y el norte-sur (Eje vial), la plaza de los tres poderes y el centro de transportes. Los problemas que presenta la ciudad se atribuyen a su forma, pero su forma es en sí la solución, no el problema. Algunas formas urbanas son mejores soluciones que otras, pero la salud del desarrollo urbano y de la vida cívica, tiene poca relación con la forma.
La idea de ciudad como utopía, nacida en el renacimiento y consolidada durante el modernismo, no toma en cuenta que la ciudad se hace con sus habitantes, no necesariamente con su arquitectura. El fenómeno urbano no depende en absoluto de las curvas, los ángulos, los niveles, las alturas y las formas geométricas. Sin duda, las soluciones arquitectónicas y urbanas pueden contribuir a mejorar las infraestructuras que sostienen a las ciudades, pero no son capaces de resolver todos los aspectos que influyen en la vida de sus habitantes.
El auténtico creador de Brasilia fue el Estado Brasileño y en particular el gobierno del presidente Juscelino Kubitshek, el presidente “Bossa-nova” que favoreció las expresiones artísticas autóctonas de su país con proyección y confianza en un futuro venturoso. La forma de la ciudad es hermosa, pero por desgracia no es capaz de albergar en ella todos sus habitantes. Por ello, las personas de bajos recursos se ven forzadas a habitar la periferia, que goza de menor nivel de planificación y calidad espacial, de este modo surgen las ciudades-dormitorios y los asentamientos irregulares, porque la ciudad formal no cubre las necesidades de todos sus habitantes.
Actualmente siguen surgiendo nuevas ciudades y otras van desapareciendo, este fenómeno es muy notable en China, el país con mayor crecimiento económico y desarrollo territorial, pero en término generales las ciudades más sanas y creativas son aquellas que van cambiando de forma constantemente.
Lorenzo Rocha
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