jueves, 5 de diciembre de 2019

SOSTENIBILIDAD

Esta semana se está llevando a cabo en Madrid la Conferencia de las Naciones Unidas por el Cambio Climático (COP 25), cuyo lema es: “Hoy es tiempo de actuar”. Todos estamos de acuerdo en que se trata de un asunto impostergable, por lo cual, resulta lamentable que el gobierno de México no tenga una representación significativa en la reunión. 

No cabe duda que los arquitectos nos encontramos entre los protagonistas en la lucha contra el cambio climático. Nuestra actividad principal, la construcción, es una de las actividades humanas que más dañan al medio ambiente. Recordemos que los edificios verdes, no son necesariamente sostenibles, no basta cubrir de plantas a la construcción para reducir su impacto, tampoco las ecotécnias, el bajo consumo energético y las bajas emisiones, reducen significativamente los daños. 
Dentro del amplio abanico de posibles actitudes para mitigar el impacto ambiental de la construcción, está sin duda el uso de materiales sostenibles como la madera, la piedra y todos aquellos derivados del reciclaje de desechos. Esta opción en principio es buena, aunque no elimina totalmente el uso de otros materiales más contaminantes como el acero y el concreto, ni la necesidad de transporte, gasto de energía y contaminación durante su extracción y preparación.
Aquí surge de nuevo la pregunta que nos hemos planteado anteriormente: ¿se puede hacer arquitectura sin construir nada nuevo? La respuesta es optar por la reutilización de edificios existentes en lugar de su demolición. Durante más de veinte años, el estudio francés Lacaton y Vassal junto con Frédéric Druot, han pugnado por la reutilización de edificios, desde su renovación como en el Palais de Tokyo, hasta los múltiples bloques de vivienda a los que han añadido galerías para mejorarlos en lugar de demolerlos y sustituirlos por edificios nuevos. También conviene considerar el valor de los usos temporales de edificios obsoletos o en ruinas. 

Estas metodologías muestran una cara diferente del concepto de sostenibilidad, en la que los arquitectos ceden su protagonismo a favor del beneficio público. Es difícil transmitir el mensaje a los medios de comunicación masiva, ya que las imágenes de los edificios reutilizados no resultan tan atractivas ni convincentes como las de los edificios cubiertos de vegetación o construidos en madera. Sin embargo, para quienes creemos en que la construcción debe moderarse para disminuir su impacto ambiental, la resistencia al crecimiento del sector, es una cuestión que se relaciona directamente con nuestra postura ética.
Lorenzo Rocha

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