La imaginación es un proceso mental que se relaciona principalmente con la vista o ensoñación de objetos o situaciones inexistentes. Para proyectar edificios, es indispensable desarrollar la capacidad de visualizar espacios y atmósferas que aun no han sido construidas, el arquitecto suizo Peter Zumthor es un gran experto en esto.
Consideremos el siguiente pensamiento expresado por Peter Zumthor, durante la entrevista titulada: Real and imagined buildings. (“Edificios reales e imaginados”):
“Cuando me propongo hacer un edificio, tengo una imagen de cómo debe ser este edificio, qué tipo de atmósfera debe tener. No estoy hablando de una categoría moral o ética: honesta o deshonesta. Se trata de ser sincero respecto a mi propia sensación del lugar y de mi trabajo, del uso del edificio. El diseño para mí es un tipo de trabajo físico, que al final se materializa en un objeto físico, así que tengo que estar seguro de entrar en contacto con este objeto lo más pronto posible. El sueño en este caso, si estoy soñando con un edificio, es una imagen, no es un pensamiento abstracto. Nunca tengo sueños abstractos, solamente sueño cosas concretas.”
Quizá si no conociéramos las obras construidas por este arquitecto, estos pensamientos serían hasta cierto punto irrelevantes por sus excesivas figuras lingüísticas, pero al visitar edificios realizados a partir de sus ideas: como la capilla del hermano Klaus, el conjunto de piscinas y termas en Vals y el Kunsthaus de Bregenz, todos estos pensamientos adquieren una potencia extraordinaria.
Estas reflexiones contribuyen a reafirmar que la teoría de la arquitectura no se sostiene si no encuentra algún reflejo en la práctica. Quizá por esa razón, a diferencia de otras artes en las que los críticos son profesionales formados en disciplinas puramente humanísticas (como historia del arte, filosofía o literatura), en arquitectura la mayor parte de los críticos son también arquitectos, incluso algunos activos en los ámbitos relacionados con los proyectos y la construcción.
Lorenzo Rocha