"Por estética entiendo la articulación entre la organización social de la vida, la estructura de la percepción y la configuración de una experiencia sensible compartida." Paul B. Preciado Dysphoria mundi
En la actualidad, la perspectiva de género va mucho más allá del equilibrio necesario entre lo femenino y masculino, aspira a un reconocimiento profundo de la multiplicidad de identidades sexuales que constituyen un espectro muy amplio y que deben ser respetadas.
Por ejemplo, el filósofo Paul B. Preciado, cuyos caracteres sexuales primarios son los de una mujer, siempre se identificó a sí mismo como hombre. Sin embargo, el Estado francés requirió de un diagnóstico médico de disforia para que la sanidad pública pudiera administrarle las hormonas y fármacos necesarios para su transición sexual. Para sentirse "normal", Preciado tuvo que declarase enfermo, lo cual revela lo distópico de una sociedad incapaz de admitir a todos sus miembros. En su más reciente libro, titulado precisamente Dysphoria mundi, el autor sostiene que no es él quien sufre dicho trastorno sino al contrario, es el mundo el que es disfórico, intolerante e insostenible. Esta declaración, radical en su propia esencia, nos deja a todos los demás fuera del universo del autor, no existe un modo solvente de congeniar con él, porque todos los demás somos en parte culpables de su condición.
En la arquitectura considero que la perspectiva de género existe, pero está aun demasiado poco desarrollada. En todo caso está enfocada desde el feminismo, lo cual no es poco, pero aún debe ampliarse más para no excluir las visiones de las demás comunidades que se encuentran fuera de la visión patriarcal hegemónica. Destacan sin duda las investigaciones, obras y escritos de arquitectas y artistas como Anna Puigjaner, Izaskun Chinchilla, Zaida Muxi, Daniela Otríz de Zevallos, Fernanda Canales,Tatiana Bilbao y otras muchas más, quienes han reivindicado el papel de la mujer en las familias, la explotación del trabajo doméstico y la organización espacial injusta que contribuye a la discriminación estructural de la mujer.
Quizá también en un futuro próximo comencemos a escuchar otras voces que no solo sean las de las mujeres y los hombres, sino de todas aquellas personas oprimidas por el sistema binario en el que nos formamos.
Lorenzo Rocha