El impulso al desarrollo que se deriva de hábitats densamente poblados y del estímulo de la aglomeración urbana.
Parece que casi cada autor de un ensayo novedoso sobre casi cualquier tema, tiene la necesidad, o la obligación de inventar un neologismo, o bien rescatar algún término en desuso, que considere el más adecuado sobre el cual habrá de desarrollar sus teorías. Edward W. Soja, el geógrafo estadunidense que escribió un notable ensayo titulado: “Postmetrópolis. Estudios críticos sobre las ciudades y las regiones”, declara: “Centro mis estudios críticos sobre las ciudades y las regiones con objetivos tan alcanzables como la ‘justicia espacial’ y la ‘democracia regional’”. El autor, además de retomar el término “sinecismo”, ha identificado en su investigación, tres grandes “revoluciones urbanas”, comenzando por los primeros ejemplos de sedentarismo, ubicados en tiempos tan remotos como los siglos X al VIII antes de Cristo, con asentamientos como en medio-oriente como Jericó (en Israel) y Çatal Hüyük (en Turquía). Según Soja, las ciudades se transforman cuando aparecieron como Estados nacionales, fenómenos que comienzan en Sumeria, en Egipto y culminan con Atenas y Roma.
Finalmente el autor sostiene, como muchos otros de sus contemporáneos, que las ciudades actuales tienen su origen en las transformaciones urbanas suscitadas por la revolución industrial. Todo ello conlleva casi de manera inevitable a la afirmación acerca de las crisis urbanas sufridas en todas las latitudes a partir de la era postindustrial, lo cual el autor aprovecha para cimentar su idea de la existencia de una postmetrópolis: un conglomerado urbano a nivel planetario, compartimentado en cada unidad particular según sus contribuciones a los medios de producción. Entornos urbanos inevitablemente polarizados social y económicamente con una insoportable desigualdad y en el extremo de la subjetividad que caracteriza como: “una colección de simcities hiperreales donde la vida diaria se juega de forma creciente como si fuera un juego de ordenador”.
Lorenzo Rocha
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