Para la práctica de la arquitectura y el urbanismo, es muy importante que los profesionales involucrados tomen en cuenta que las relaciones entre los espacios producidos socialmente y su desempeño cuando son ocupados o habitados por las personas en general, son siempre fugaces e inaprensibles.
La discordancia entre la racionalidad de la planificación urbana y del proyecto arquitectónicos con las interpretaciones y consecuentes adaptaciones que las personas hacen de estos para satisfacer sus cambiantes necesidades, es un debate teórico que se ha puesto en discusión desde los inicios del modernismo. Estuvo en el centro de las discusiones planteadas en el Siglo XIX por John Ruskin y continuadas por William Morris y de ahí han sido trasladadas a interminables discusiones que prevalecen hasta nuestros días. Es muy extraño que sigamos discutiendo al respecto hasta la fecha, pero lo haremos hasta que encontremos los acuerdos satisfactorios entre las ideas de los profesionales y las necesidades de los habitantes.
Los arquitectos icónicos del movimiento moderno, como Le Corbusier, Gropius, Mies van der Rohe o Wright, entre otros muchos, fueron muy minuciosos en sus diseños y en las justificaciones sociales y tecnológicas que los sustentaban. Este rigor científico provocó en ellos y en todos los proceso de diseño y construcción, un determinismo en el que los expertos se erigieron como autoridades con capacidades técnicas y morales, para tomar decisiones normativas sobre las formas arquitectónicas y urbanas y las maneras específicas como debían usarse. Además de ello, los arquitectos modernos y los contextos históricos, políticos y sociales en los que se desenvolvieron, reconocieron a los arquitectos como maestros de las bellas artes y por lo tanto sus obras se consideraron inalterables, aunque en la práctica si fueron modificadas y adaptadas según los deseos de sus habitantes. De cualquier modo existen mecanismos de protección de los derechos de autor para las obras arquitectónicas, lo cual en ocasiones resulta en controversias legales en las que se oponen las visiones de los arquitectos a las de los propietarios, usuarios y habitantes de los edificios diseñados por ellos.
Lorenzo Rocha
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