jueves, 31 de julio de 2025

METABOLISMO

Jason Hickel publicó en 2021 un libro provocador con el título: Menos es más. Cómo el decrecimiento salvará al mundo. (Barcelona, Captain Swing).

Pensadores como Kohei Saito, Jason Hickel, Geoff Mann y Michael Löwy, han abordado la idea de decrecimiento sus escritos. Se trata de una idea provocadora tanto políticamente como intelectualmente, que aglutina de manera algo heterodoxa a otras preocupaciones que le rodean, como la ecología política y el “Conflicto metabolico” marxista. En todo caso, queda claro que el concepto comunista de decrecimiento, no está alineado ideológicamente con la corriente actual conocida como “Capitalismo verde”, ya que es más radical que ésta y no se apoya sobre el principio de crecimiento sostenible, ni solamente en la aplicación de los impuestos al uso de combustibles fósiles, ya que estos mecanismos necesariamente implican crecimiento económico y se alinean con el libre mercado. 
Las constantes crisis climáticas y ambientales han provocado que numerosos pensadores, como los mencionados anteriormente, retomen las ideas de Marx para poner en discusión nuevamente la necesidad de tendencias decrecientes como medios para frenar las inminentes catástrofes ecológicas. Recientemente se han enunciado tres principios dentro de las tácticas que podrían contribuir al decrecimiento sin causar daños al bienestar social. En primer lugar, la implementación de “Estrategias intersticiales”, como cooperativas proletarias y organizaciones comunales, que sean capaces de operar en el marco del libre mercado sin perseguir el lucro, sino el bienestar de sus asociados. El segundo principio es el de la aplicación de medidas económicas “No-reformistas”, como la reducción de la jornada laboral, políticas radicales de redistribución de la riqueza, acceso universal a ingresos mínimos, e impuestos a los combustibles fósiles y a las emisiones de gases carbónicos, todas ellas desde los gobiernos en su conjunto. Finalmente, el tercer principio es la construcción de instituciones contra-hegemónicas y paralelas al poder económico dominante que consigan equilibrar el entorno social y conseguir la justicia ecológica.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 24 de julio de 2025

ECOLOGÍA SOCIAL

Karl Marx estableció en el primer volumen de “El Capital”, la necesidad de una relación “metabólica-social” entre la explotación de recursos naturales para la producción industrial y el equilibrio del medio ambiente, esto también se conoce como: “justicia ecológica distributiva”.

El desarrollo de la sociedad capitalista durante los ultimos cien años nos ha llevado al extremo de explotación de recursos y contaminación ambiental para los que no parece haber alternativas de solución. El calentamiento global y los cambios climáticos son irreversibles, mientras que la población sigue en aumento, por lo que casi seguramente la humanidad tendrá que pasar por constantes crisis y probables colapsos en el futuro próximo.
Ante este panorama, las estrategias de planificación urbana tendrán que ajustarse notablemente en lo referente a sus objetivos, de tal manera que puedan mitigar los efectos de las inminentes crisis. Una de las tácticas que se presentan como alternativas viables para enfrentar estos retos es la densificación urbana y la recualificación de los barrios y urbanizaciones existentes, en lugar de la constante expansión de los territorios urbanizados. Esta política puede contribuir a disminuir el crecimiento desmedido de las megalópolis y por lo tanto reducir los desplazamientos cotidianos desde las viviendas al trabajo y la escuela, que cada vez se han hecho más largos y que generan gran parte de la contaminación atmosférica. Con menor volumen de construcción nueva y mayor readaptación y ampliación de los edificios existentes, también deberían demolerse las infraestructuras obsoletas, para liberar mayor espacio para la regeneración de los entornos naturales. 
Es evidente que la implementación de políticas regulatorias tiene altos costos sociales, como hemos visto en la última década en la ciudad de México, pero si el Estado no interviene, el libre mercado seguirá marcando las pautas del desarrollo urbano.
Lorenzo Rocha

 

lunes, 21 de julio de 2025

EDUCACIÓN ARTIFICIAL

Algunos expertos en inteligencia artificial como Geoffrey Hinton, profesor emérito de la Universidad de Toronto, han hablado del final de la evolución humana y el advenimiento de las máquinas, que son formas no-humanas que poseen una inteligencia superior.

Como profesor en la Facultad de Arquitectura de la UNAM, he observado el reciente y dramático aumento en el uso de herramientas de inteligencia artificial por parte de los estudiantes que asisten a mis cursos. He escuchado distintas opiniones de mis colegas al respecto y meditado la mejor forma en la que podemos lidiar con estos cambios tecnológicos. En primer lugar, no creo que debamos resistirnos al cambio, ni prohibir el uso de dichas herramientas para la elaboración de textos y diseños. Cuando escribimos y dibujamos, siempre hemos utilizado referencias externas, como citas bibliográficas, búsquedas informáticas de datos e incluso hemos cortado, calcado o pegado fragmentos de textos e imágenes. Al final esto es similar a lo que hace la inteligencia artificial a la que tenemos libre acceso. Como toda herramienta, la IA depende de la voluntad de su usuario, por lo que no veo problema en incorporarla a nuestro trabajo cotidiano, como hicimos antes con los procesadores de texto y con el dibujo por computadora.
Me parece que el tema central es el de la autoría, si nosotros le planteamos una pregunta o le damos una orden a una plataforma cualquiera de IA y esta nos responde con un texto o imagen, no debemos apropiarnos de estos sin dar el crédito correspondiente a la fuente consultada, tal como siempre hemos hecho respecto a la bibliografía  e iconografía en nuestros trabajos de investigación. Eso es lo que diferencia todo aquello que ha sido creado originalmente por el autor del trabajo,, de las partes que son citas textuales o imágenes generadas por terceros. De este modo, podemos servirnos de cualquier herramienta que sea útil para nuestro trabajo, sin incurrir en el plagio y dejando claramente ver a los lectores y observadores la construcción de nuestros argumentos e ideas propias.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 10 de julio de 2025

VIVIENDA DIGNA

El viernes pasado se llevó a cabo una manifestación pacífica en el Foro Lindbergh con el lema: “Fuera gentrificadores”, este tema también se discutió en el 38° coloquio de 17 instituto, en enero, cuyo título fue “Realidades urbanas, ciudad producida, ciudad habitada”.

Las recientes protestas en la ciudad de México contra la gentrificación y la inmigración extranjera han puesto en relieve un problema aun más grave: la falta de oferta de vivienda digna y asequible para las personas de clase media, que se ven desplazadas hacia afuera de los barrios recientemente aburguesados. El desmedido aumento de los alquileres en colonias como Roma y Condesa, obligan a los jóvenes que han crecido allí, a salir a buscar casa a la periferia, donde los costos son menores.
Al respecto, queda manifiesta la absoluta dominación de las fuerzas del mercado inmobiliario, sobre la producción y gestión de los espacios habitacionales. En ello, el gobierno ha fallado en la regulación de los procesos inmobiliarios y en el necesario equilibrio entre ofertas comerciales privadas y la vivienda social, cuyo objetivo no es el lucro sino la igualdad de acceso a un satisfactor que es un derecho constitucional de los mexicanos.
Desde luego la legitima queja sobre el aburguesamiento conlleva una reacción xenófoba que le resta legitimidad, dado que el libre mercado inmobiliario y la ausencia de predios reservados para uso social son factores que favorecen a la población con alto poder adquisitivo. como es el caso de los estadunidenses que trabajan a distancia.
Está abierto nuevamente el debate entre los defensores del libre mercado y sus detractores, lo cual es lógico y comprensible, pero el acceso a la vivienda digna y asequible para la mayoría de la población no debería estar sujeto a esa misma discusión.
Lorenzo Rocha 

jueves, 3 de julio de 2025

FORMA Y TIEMPO

George Kubler escribió en 1962 su libro “La configuración del tiempo”, una obra que ha tenido gran influencia en la metodología de la historia del arte, sobre los elementos que han trascendido a sus épocas y los que no lo han hecho.

No cabe duda de que los objetos construidos o colocados en espacios urbanos y arquitectónicos cambian de forma a lo largo del tiempo. Aunque algunos lo hacen de manera obvia, como las casas y edificios que sufren intervenciones, ampliaciones e incluso demoliciones, otros quizá cambien muy poco en sí mismos, pero las transformaciones de sus contextos provocan que se perciban de modo distinto en cada época. Por ejemplo, la Calzada de Tlalpan ocupa el mismo lugar desde hace 700 años, pero su forma ha cambiado radicalmente y seguirá modificándose constantemente.
Por estas y otras razones es muy difícil identificar valores fijos en la conformación del espacio urbano-arquitectónico. Las ciudades son creaciones humanas dinámicas que deben adaptarse a los constantes cambios sociales que acontecen en ellas. Cada período histórico deja alguna marca en el conjunto al que perteneció, esta marca puede ser algún monumento, templo o edificio en particular, pero también se reconocen vestigios de dichas épocas históricas en las trazas urbanas, avenidas, canales y otros componentes espaciales. Muy frecuentemente pensamos en nuestros antepasados por sus restos arqueológicos, como las pirámides y las catedrales.
¿Cuál sería la utilidad de que nuestra cultura actual dejara algún monumento que pudiera ser preservado para generaciones futuras? Es imposible saber ahora como seremos recordados en el futuro. Somos la generación de los rascacielos, los enormes conjuntos habitacionales y centros comerciales, sin embargo, quizás todo ellos desaparezcan y en cambio solo prevalezcan otras obras actuales de infraestructura, como las carreteras, las presas y los drenajes.
Lorenzo Rocha

 

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