jueves, 31 de enero de 2013

CONSTRUCCIONES IRREGULARES

Todos los ciudadanos tenemos la tendencia a aceptar las leyes como normas fundamentadas en la búsqueda del bien común. No es del todo errado hacerlo, ya que en su mayoría, las leyes se apegan a la búsqueda de la mejor convivencia posible entre los intereses particulares y generales de la sociedad, de aquello que conocemos como “normal” (en su acepción: todo lo apegado a las normas). Sin embargo, los reglamentos de construcción y las leyes urbanísticas, no contemplan la posibilidad de que muchas personas tengan un modo de vida diferente al que está contemplado en sus códigos y por lo tanto, prefieran o se vean forzados vivir en casas muy pequeñas o de dimensiones atípicas. Por esta razón es que en ciudades como la nuestra, un porcentaje importante de la construcción se encuentra asentada de modo irregular y no sin razón, se le denomina como marginal. En los casos más frecuentes los asentamientos irregulares coinciden con zonas de extrema pobreza, donde la vivienda debe ser resuelta mediante la autoconstrucción, quizá por esta razón, las autoridades intencionalmente soslayan el hecho de que dichas construcciones sean ilegales. A fin de cuentas, la gente tiene que vivir bajo cualquier techo y la sociedad no propone ofertas que puedan resolver totalmente la demanda de vivienda. En otras sociedades, por ejemplo en los Estados Unidos, para mucha gente la solución ante el alto costo de la vivienda, ha sido vivir en pequeñas casas rodantes. Las personas que han optado por vivir de modo ambulante, ahorran en el costo del terreno, ya que en muchos casos pueden aparcar sus casas en lugares gratuitos, aunque deben moverlas de sitio cada determinado tiempo. Pero hay otros, como el activista Jay Shafer, que han tomado la opción de vivir en minúsculas casas, por la convicción de que el área de una casa promedio es excesiva y lo han hecho también por emprender un modo ecológico de vida. Sin mencionar que es el único modo efectivo para eludir las onerosas hipotecas a las que están sujetos casi todos los estadunidenses. La casa de Shafer mide aproximadamente 10 metros cuadrados divididos en dos plantas, abajo se encuentra el espacio que se utiliza para comer, cocinar y el ocio, además de un diminuto baño, parecido al de un camarote de barco, en la parte de arriba (en un pequeño tapanco) se encuentra la cama, dentro de un espacio donde no es posible ponerse de pie. Sea por necesidad o por gusto, deberíamos pensar más seriamente en opciones alternativas para la vivienda, ya que por reducida que esta sea, los metros cuadrados deberían empezar a contabilizarse por su calidad y no por su cantidad.
Lorenzo Rocha

jueves, 24 de enero de 2013

CIUDAD INCONCLUSA

La ciudad es una obra en contínua transformación, está siempre en construcción, abandono, reutilización y reparación. Es tan difícil de definir como la esencia misma de lo urbano. La ciudad es un lugar, lo urbano, según Henri Lefebvre es algo parecido a una ciudad efímera, "obra perpetua de los habitantes, a su vez móviles y movilizados por y para esa obra". Las ciudades existen y crecen hasta que algun hecho social, político o económico, revierte su crecimiento hasta que eventualmente desaparecen. mientras tanto sus espacios son definidos mediante la negociación, la propiedad privada y el nebuloso concepto de espacio urbano, que es público.

Los arquitectos y urbanistas intentamos definir territorios y trazar fronteras dentro de la ciudad, líneas que dividen la calle de la acera, la plaza del jardín, flujos vehiculares y peatonales. Pero la ciudad la usa toda la gente, quienes conocen y respetan sus normas y también quienes las ignoran y las violan. Todos convivimos en el mismo espacio y hasta cierto punto, lo leemos de forma distinta y hacemos nuestras propias reglas. El derecho individual llega hasta donde no afecte el derecho de los demás. Sin embargo, toda esta complejidad encuentra sus equilibrios y por eso se puede vivir en una metrópolis como la nuestra. La idea de ciudad que tienen los políticos y administradores, tiene que ajustarse a la actividad que cada grupo social ejerce sobre el espacio urbano y al resultado de sus acuerdos temporales, que varían según la hora del día. La simple observación del barrio donde cada quien vive o trabaja, revela la mutabilidad de sus estructuras, donde se abre algún hueco, ya hay alguien preparado para llenarlo y esto atañe no solamente a los fenómenos informales, sino a todos los sectores de la población.

El habitante de la ciudad no sobrevive sin un alto grado de creatividad o al menos de capacidad de adaptación. Si las cosas empeoran hay que estar preparados para mudarse, si en una calle hay obras, hay que buscar una ruta alterna, si el comercio dismunye en nuestra zona, hay que cambiar el negocio a otra parte. De este modo se vive la ciudad, como la describe Manuel Delgado, como el “escenario sobre el que uno se pierde y da con el camino, en el que espera, piensa, encuentra su refugio o su perdición, lucha, muere y renace infinitas veces”. Si uno no puede encontrar su espacio dentro de la ciudad, es imperativo dejarla, cambiar de vida, instalarse en un sitio tranquilo y no volver salvo en las ocasiones que sean ineludibles.

Lorenzo Rocha

jueves, 17 de enero de 2013

ESPACIOS OCIOSOS

Tanto en las grandes ciudades, como en aquellas que están en proceso de crecimiento, la especulación inmobiliaria provoca que la oferta de espacios sea inicua y a veces exagerada. Mientras que algunos periodos una zona de la ciudad esté sobrepoblada, al mismo tiempo tiempo puede haber áreas enteras desocupadas dentro de la misma ciudad, en espera de variación en el mercado inmobiliario.

Podríamos decir que hoy en día la especulación forma parte indisociable del mercado inmobiliario, el cual tiene, a diferencia de otros bienes y servicios, plazos muy largos para su total desarrollo. Un proyecto inmobiliario específico puede caer en la quiebra durante un período de crisis, para ser retomado muchos años más tarde y a la larga resultar un negocio benéfico para su propietario. Pero en el camino son los usuarios quienes sufren las consecuencias, adquiriendo hipotecas bancarias que se vuelven impagables y en algunos casos, subsisten aunque el bien haya sido embargado.

¿Qué destino puede tener un espacio que se encuentra vacío en pleno centro de la ciudad? Las palabras clave para la respuesta a esta difícil pregunta son muy sencillas: cesión temporal. En Inglaterra se inició en 2009 el proyecto Meanwhile (“Mientras tanto”), una asociación civil que trabaja con propietarios, inquilinos potenciales y autoridades locales para posibilitar el uso de espacios vacíos que beneficien a la comunidad, mientras se busca una solución comercial apropiada para éstos.

En la esquina del Eje Central Lázaro Cárdenas y la avenida Arcos de Belén, en pleno Centro histórico de la ciudad de México, hay un enorme edifico de 15 niveles que fue abandonado durante su construcción hace más de 20 años. El inmueble está parcialmente ocupado por personas indigentes y sirve de almacén para muchos de los productos que son vendidos en las calles aledañas, Sin embargo, la ocupación no está organizada y sus pobladores se encuentran en grave peligro, en caso de que la estructura falle durante un terremoto.

En 2003 el artista conceptual Santiago Sierra, realizó una acción efímera en el sitio que llamó “Edificio iluminado”. Según el crítico David Torres, la iluminación nocturna del edificio “señala un elemento destacado del conflicto social en medio de la ciudad de México, marcada por la convivencia de clases con gran poder adquisitivo en paralelo a grandes bolsas de pobreza”, Si bien el este edificio no ha servido a su finalidad inicial, la cual seguramente habría sido comercial, su presencia en el contexto urbano, cataliza otros mecanismos sociales por ser un elemento insoslayablemente contradictorio.

Lorenzo Rocha

jueves, 10 de enero de 2013

FRAGMENTOS SOBRE BARRAGÁN

A veces los materiales suplementarios contenidos en las ediciones en dvd de películas o documentales son tan buenos o mejores que el propio contenido principal. Tal es el caso del documental dirigido en 2010 por el cienasta finlandés Rax Rinnekangas, que muestra su particular visión sobre la Casa-Estudio de Luis Barragán de 1947. El dvd literalmente no tiene desperdicio, ya que contiene una disertación comparativa acerca de la casa del arquitecto mexicano, en relación a la Villa Mairea del arquitecto finlandés Alvar Aalto, construida en 1938. Dicho análisis realizado por otro arquitecto finlandés, Juhani Pallasmaa —quien es autor del breve clásico literario “Los ojos de la piel”— se llevó a cabo en la casa diseñada por Aalto y se centra en la característica compartida de ambas obras, que están arraigadas una tradición local, sobre la cual gravita un espíritu crítico que las hace pertenecer al arte universal.

Pallasmaa distingue como diferencias principales entre ambas casas, el caracter social de la Villa Mairea, en cierto modo opuesto a la espiritualidad y condición metafísica de la Casa Barragán. El arquitecto afirma que la escalera suspendida del muro, que conduce de la biblioteca de la Casa-Estudio a la oficina privada de Barragán, es un elemento onírico similar a todo elemento presente en cualquier otra forma de arte, este mismo elemento onírico también se encuentra en la Villa Mairea.

Las obras de arte se perciben en una realidad dual que se compone de la experiencia de la obra en el presente, en su vertiente objetual, pero además el objeto de arte se percibe simultánemente en una segunda realidad, en aquella de la fantasía y el ensueño que trasciende a la experiencia presente y permanece impresa en la memoria del espectador, por mucho tiempo después de haber percibido físicamente la obra.

Barragán ha sido nombrado en diferentes ocasiones como “el arquitecto del silencio”, en sus obras siempre tuvo la intención de conseguir ambientes serenos y tranquilos, donde se pudiera disfrutar del silencio. La presencia del sonido, por ejemplo el agua de sus fuentes, no existe más que para enfatizar el silencio. Del mismo modo, los sonidos ambientales como las aves y hasta sonidos lejanos de automóviles o aviones, se amplifican en la arquitectura silenciosa del arquitecto tapatío, de modo similar a las obras silenciosas del compositor estadunidense John Cage. La obra de Barragán nos confirma que el arte que emana de la tradición local puede integrarse perfectamente con la modernidad.

Lorenzo Rocha

jueves, 3 de enero de 2013

RUINAS ETERNAS

Las ruinas de las ciudades y centros ceremoniales de nuestro pasado prehispánico, provocan siempre una sensación un tanto distópica, además de la desconexión histórica que representan. Son indudablemente una parte viva de nuestra cultura, aunque se encuentren deshabitadas y tengamos tan poca información acerca de su acontecer cotidiano. Sobre todo muestran la discontinuidad de nuestro relato histórico oficial, cuya historiografía moderna se alinea con el devenir de la vertiente occidental del pasado mexicano, sin tomar en cuenta todos los datos de la historia nacional.
Entre estos hechos se encuentra uno, muy poco comentado, que se relaciona con la cultura maya. Dicha civilización es una de las que más tiempo ha prevalecido en la historia mundial, los mayas existieron como pueblo establecido en la península de Yucatán desde el Siglo III antes de Cristo, hasta el Siglo XVIII de nuestra era. Los mayas, en particular los itzaes resistieron a la conquista española en Tikal y las orillas del lago Petén desde el año 1511 hasta 1697, en que finalmente fueron sometidos. Los itzaes habían sobrevivido a la caída de la ciudad de Mayapán por una guerra civil en 1460 y habían emigrado hasta la selva espesa del Petén. Por la inaccesibilidad de la zona, esta tribu siempre estuvo al corriente de la llegada de los españoles y de la conquista de su región, pero prefirieron permanecer al margen de la guerra sabiendo que el hombre blanco no podría llegar hasta ellos. Esto significa que mientras en México estaba en auge el virreinato y en Europa iniciaba la reforma de la Iglesia Católica, en Yucatán aun se conservaba una ciudad que seguía plenamente la cultura y cosmogonía maya, además de continuar con la construcción de sus templos polícromos.
La arquitectura y urbanismo prehispánicos han tenido poca influencia material en la forma de las ciudades contemporáneas, exceptuando unos pocos casos donde se manifiestan de modo formal como es el caso de arquitectos como Agustín Hernández y David Muñoz. Sin embargo, en esencia existen algunas ligas conceptuales entre los monumentales espacios públicos de Teotihuacán con espacios públicos contemporáneos como el Zócalo capitalino, la unidad Tlatelolco y el campus de la Ciudad Universitaria. La amplitud del espacio abierto en la arquitectura mexicana es una característica que solamente puede provenir de la vertiente prehispánica de nuestra cultura, ya que no existen ejemplos similares en las demás culturas que han influido en la evolución de nuestra arquitectura y espacio urbano.
Lorenzo Rocha

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