jueves, 30 de octubre de 2025

CULTURA VISUAL

El filósofo italiano Giovanni Sartori afirma en su libro “Homo videns”, que nuestra sociedad está teledirigida, debido a la exposición constante a imágenes y sucesos en todo el mundo, al momento de su acontecimiento.

Vivimos en una época en que las imágenes circulan a tal velocidad que en ocasiones sustituyen nuestra consciencia de los hechos. Aquello que vemos en la televisión o el internet nos relata en la mayoría de las ocasiones en directo, lo que entendemos como la historia cotidiana.
Como espectadores debemos hoy más que nunca, cultivar nuestro sentido crítico. No nos conviene aceptar el punto de vista exclusivo de las fuentes de información, debemos recordar que la imagen presenta sólo un ángulo de la realidad. Mientras más versiones y fuentes consultemos, mejor podremos armar el mosaico que nos dará una visión más cercana del hecho relatado.
Estos fenómenos se relacionan estrechamente con los procesos de producción y difusión de la arquitectura y el urbanismo. Algunas herramientas de representación que tenemos a nuestro alcance inmediato, como el modelado en tercera dimensión y las técnicas infográficas, tienen la capacidad de presentar imágenes muy similares a las fotografías de los espacios construidos. Si a estas herramientas les añadimos el uso de la inteligencia artificial, estamos eludiendo nuestra responsabilidad sobre todo proyecto que planteamos. Pero es muy importante hacer énfasis en que la arquitectura y la ciudad se perciben con todos nuestros sentidos y no solamente mediante la vista, por lo que las infografías pueden ser engañosas. Esto no implica que se dejen de utilizar las herramientas disponibles, sino que se enseñe a los estudiantes de arquitectura a que sean críticos respecto a los estímulos visuales que reciben y transmiten, para que ellos mismos sean quienes hagan buen uso de las técnicas disponibles y ayuden al público que no es experto en su materia, a comprender mejor el espacio que los rodea y los proyectos futuros.
Lorenzo Rocha 

jueves, 23 de octubre de 2025

SALUD MENTAL

¿En que pueden contribuir los espacios que habitamos en mejorar nuestra salud mental? ¿Es posible que también esos espacios puedan dañar nuestra estabilidad emocional? ¿Los espacios que habitamos quedan marcados por las experiencias negativas que acontecen en ellos?

En las últimas semanas ha habido un malestar generalizado en la Universidad Nacional Autónoma de México, debido a distintas situaciones de violencia y de miedo entre los miembros de las comunidades estudiantiles y docentes, derivados de enfermedades mentales y problemas emocionales.
El asunto está muy lejos de resolverse y de provocar la minima sensación de seguridad entre el alumnado. En estos momentos la salud mental y la estabilidad emocional son las discusiones más importantes entre los universitarios, superando por mucho a los temas específicos de los cursos. De hecho, considero que debe tomarse como una preocupación que atraviesa prácticamente a todo el conocimiento humano.
En la Facultad de Arquitectura en este momento no hay actividad académica, pero no es tiempo perdido por que la urgencia de la búsqueda de acciones que puedan mejorar la atención a los problemas de salud y seguridad de la comunidad es una prioridad que no puede ser postergada par más tiempo. Las soluciones definitivas seguramente llevarán tiempo en implementarse, pero esperemos que no tengan que morir más personas, ni tantas otras tengan que continuar en circunstancias adversas, para atender los fenómenos que provocan estos males. Desde cada uno de nosotros debe partir la consciencia de estas problemáticas y nuestra disposición a ayudar a quienes se encuentran en crisis mentales y emocionales. Aunque no todos tengamos conocimientos de psicología, si podemos ser empáticos y comprensivos con nuestros semejantes y no excluir a quien sufre de un problema de salud mental, del mismo modo como lo hacemos con los problemas que se presentan a nivel físico.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 16 de octubre de 2025

RESIDUOS UTÓPICOS

Manfredo Tafuri escribió en LʼArchitecture dans le boudoir: “Hoy en día quien desee hacer hablar a la arquitectura se verá forzado a recurrir a materiales que carezcan de todo significado. Será necesario reducir al grado cero toda ideología, todos los sueños de la función social y todo residuo de utopía”. 

William Morris (1834-1896) fue un arquitecto, artista y escritor inglés que reaccionó en contra de la industrialización. Es muy conocido por sus muebles, ediciones y decoraciones artesanales y por haber escrito en 1890 la novela de ciencia ficción “Noticias de ninguna parte”. En una relectura reciente del maravilloso libro de Morris he notado que los espacios y dinámicas sociales que describe como el futuro post-capitalista ideal, en el fondo son utopías marginales, basadas en el fracaso de la sociedad capitalista. Morris presenta una ciudad de Londres en el siglo XXII totalmente igualitaria, en la cual todos los habitantes gozan del máximo bienestar y protección social. Destaca el planteamiento de una sociedad en la que ya no es necesario educar a los niños en escuelas formales, en la que todos los ciudadanos son autodidactas. También presenta una realidad sin pobreza ni riqueza, sin diferencias económicas entre los campesinos, los obreros y los profesionistas, una comunidad donde todos conviven armónicamente sin necesidad de intercambios monetarios.
Entre los elementos de la sociedad futura descrita en “Noticias de ninguna parte”, es la caducidad de las instituciones religiosas, la desaparición de las iglesias y templos, pues la espiritualidad se ejerce individualmente. En el mundo planteado por el autor, ya no es necesario el Estado para regular el comportamiento y las relaciones entre las personas, el parlamento ha desaparecido para entonces y la democracia se lleva acabo directamente en asambleas populares en cada comunidad, sin necesidad de organismos electorales. Todo ello es imposible de imaginar para nosotros, ya que cada vez tenemos menos confianza en el futuro, pero no está mal pensar de vez en cuando que lo que conocemos seguramente cambiará e incluso no es imposible que algún día mejore.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 9 de octubre de 2025

ARTE URBANO

En su texto “El lugar no es una postal: el problema del contexto en la arquitectura contemporánea”, Alberto Pérez Gómez plantea la siguiente pregunta: ¿Cómo pueden la arquitectura y la forma urbana reconocer de manera más auténtica las particularidades culturales específicas que asociamos con la identidad de un lugar?

La arquitectura privada y pública es la que conforma al espacio abierto urbano, pero cada vez es más difícil identificar y definir su relación con el arte y la cultura. Quizá esta dificultad proviene de la intención de considerar a ambos fenómenos como entidades diferentes. ¿Podríamos considerar a la propia arquitectura como una de las formas primordiales de manifestación cultural y artística en el espacio urbano? Si fuera asi, ¿en qué lugar quedarían otras formas artísticas como la escultura, la pintura mural, el cine y el graffiti, dentro de las ciudades? Queda claro que el problema no es el medio de expresión artística del que estemos discutiendo, sino de su contenido y de su relación y aportación a la identidad del lugar, es decir su contribución al contexto urbano.
Muy frecuentemente, los edificios y otros objetos en el espacio urbano aparecen ante nosotros como entes extraños, como elementos que se perciben como ajenos al lugar. La mayoría de nosotros no sabemos explicar porqué estos objetos nos molestan, pero nos queda muy clara la diferencia entre aquellos que sí pertenecen al contexto de los que consideramos que están “fuera de lugar”. Esto confirma que existe hasta cierto grado un buen gusto popular, que comparten la mayoría de las personas. Cuando las clases dominantes imponen sus caprichos estéticos con sus viviendas o cuando las autoridades erigen un monumento arbitrariamente, la mayor parte de las personas reacciona en contra de ellos. En la mayoría de los casos los ciudadanos comunes no podemos hacer nada frente a dichas imposiciones, pero con el tiempo se va conservando solo aquello que agrada a los habitantes de las ciudades, o aquello que consideran importante para su identidad y cultura.
Lorenzo Rocha 

jueves, 2 de octubre de 2025

CASA-CIUDAD

Gran cantidad de personas se han dedicado a analizar y discutir sobre las fuerzas que gravitan sobre lo urbano y sobre la producción del espacio social. En particular la geógrafa inglesa Doreen Massey opina que: “Lo social se produce espacialmente y lo espacial se produce socialmente”.

Existe una relación muy estrecha entre las viviendas, el espacio urbano abierto y la experiencia humana de habitar en una ciudad, o lo que en general conocemos como cultura urbana. Las casas o apartamentos forman un complejo inseparable con los barrios donde se localizan. En términos simples, medimos el área interior nuestras viviendas en metros cuadrados, pero estas áreas se complementan con las superficies abiertas que nos circundan, con las calles, los parques y las plazas que se encuentran en relativa proximidad a éstas.
De este modo, dos casas o apartamentos con los mismos metros cuadrados, se experimentan de maneras distintas dependiendo de la zona en la que se encuentran y por consecuencia su valor es distinto. Es indudable que una vivienda que se encuentre frente a un parque o plaza tendrá mayor valor que otra que esté en una calle estrecha. Un fenómeno similar acontece respecto a los equipamientos culturales y comerciales que se encuentran en proximidad a las viviendas. Ambos se encuentran en una relación de dependencia mutua, los museos, galerías, escuelas, cines, restaurantes y tiendas se ubican en proximidad de las áreas habitacionales, ya que su público primordial se compone de los habitantes del barrio donde se localizan y de aquellos otros que tienen un acceso fácil a ellos, ya sea peatonal o con algún medio de transporte público o privado eficiente. Del mismo modo, las viviendas se verán beneficiadas por los servicios que les aporten los equipamientos.
De este modo la ciudad se teje y de ahi deriva en parte su complejidad. A veces estas acciones se planifican o derivan de alguna política en particular, pero en la mayoría de los casos el tejido urbano está ligado a la iniciativa de los habitantes y a las dinámicas del mercado.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 25 de septiembre de 2025

JERICÓ

Durante la prehistoria, aun en la era geológica del Holoceno, los humanos tenían ya formas de organización social y espacial extremadamente avanzadas. Aunque se trataba de grupos no muy numerosos, los habitantes de las regiones del cercano oriente eran capaces de organizarse y edificar sus viviendas de modo similar al que utilizaron las primeras civilizaciones. 

El poblado más antiguo del mundo se encuentra en Cisjordania, al este de Jerusalén, en Palestina, muy cerca de donde se estan perpetrando los horrores de la guerra que tienen al mundo en vilo. 
Según los arqueólogos, Jericó data del neolítico y se comenzó a poblar alrededor del año 11000 antes de Cristo. Se trata de una aglomeración de construcciones agrupadas de manera compacta con la intención de proteger a sus habitantes de posibles invasiones. De este modo las pequeñas viviendas de un solo espacio cada una, fueron construidas con tierra compactada del sitio. A ellas se entra por los techos por una sola escotilla que también servía como chimenea, ya que en todas había una pequeña hoguera interior. Por este motivo, no contaban con ventanas ni puertas hacia el exterior, pero sí con algunas escaleras retráctiles que permitían subir a las cubiertas y transitar por ellas. De este modo, cuando se cerraban las escotillas y se retiraban las escaleras, no había manera de entrar ni salir del poblado. Las viviendas se alternaban con algunos espacios abiertos, patios interiores para actividades comunes que servían a los habitantes como sitios ventilados pero al mismo tiempo seguros.
Es sorprendente que en el mismo enclave geográfico se concentren partes tan importantes de la historia de la humanidad y simultáneamente se esté viviendo una situación tan desesperada. En el mundo siempre conviven inevitablemente la civilización y la barbarie, 
Lorenzo Rocha

jueves, 18 de septiembre de 2025

NATURALEZA Y CULTURA

Pensadores contemporáneos como Isabelle Stengers, Timothy Morton y Erik Swynedouw, han afirmado que la idea de la preservación de la naturaleza dentro de la ecología ha contribuido en gran medida a la confusión en la que nos encontramos.

Los humanos somos la única especie consciente de sí misma, esto es posible debido a nuestro lenguaje, el cual nos permite reflexionar y discutir sobre nuestra condición humana. No hay evidencia de que otros seres vivos inteligentes y sociales se planteen problemas similares a los nuestros.
La preocupación principal que nos ha perseguido las ultimas décadas es el cambio climático y la consecuente extinción de nuestra especie. A esto lo llamamos “fin del mundo”, cuando en realidad es el fin de la humanidad, no del planeta Tierra. También nos hemos vuelto conscientes de que la construcción y la urbanización son algunos de los factores principales del deterioro del medio ambiente.
Dentro de estas reflexiones está la relación entre naturaleza y cultura. Está muy claro que ambas nociones guardan una estrecha relación, pero es importante hacer notar que dicha relación no es causal. La cultura se nutre del medio físico y de su percepción mediante los sentidos y simultáneamente lo retroalimenta con los productos culturales humanos, entre ellos, las ciudades. Estas contribuciones humanas al medio ambiente inmediatamente vuelven a informar a sus fuentes y los siguientes objetos que se producen “aprenden” de los ya existentes. Para ponerlo en términos más sencillos naturaleza y cultura son nociones que se coproducen.
La capacidad de raciocinio humano no puede exceder los parámetros que impone el medio físico, incluso aquel espacio que está fuera del planeta. A pesar de que insistamos en que nuestras acciones destruirán a la naturaleza, debemos ser conscientes que solamente nos destruirán a nosotros mismos, el planeta seguirá su curso como lo hacía antes de la aparición de nuestra especie y de su extraordinaria evolución.
Lorenzo Rocha 

jueves, 11 de septiembre de 2025

CHOZA PRIMITIVA

El modelo conceptual de las chozas primitivas, sirvió como inspiración para dos teorías fundamentales sobre los orígenes de los ordenes y elementos de la práctica proyectual, escritas en los siglos XVIII y XIX.

Las chozas de los pueblos de la antigüedad prehistórica poseen dos características que las han convertido en paradigmas para el estudio y la teorización de la arquitectura. La primera de ellas es su atemporalidad. Aunque existen desde hace miles de años, su evolución ha sido extremadamente lenta, por lo cual las tribus y comunidades que aun las construyen, lo siguen haciendo como dictan sus tradiciones. La segunda característica es que han sido objeto para trabajos teóricos muy importantes desde hace al menos 250 años.
La primera de estas referencias aparece en 1753 en el libro “Ensayo sobre la arquitectura” de Marc-Antoine Laugier, su argumento se resume en la observación de la naturaleza como origen del acto humano de construir, lo cual eventualmente produce un sistema de proporciones y reglas abstractas que se convierten en una arquitectura clásica. El segundo caso es en el texto “Los cuatro elementos de la arquitectura” de Gottfried Semper, escrito en 1851, el cual abstrae de un ejemplo específico, la choza caribeña, los fundamentos de la tectónica, del acto poético de la construcción.
En la actualidad aun existen ejemplos vivos de comunidades que construyen y habitan en casas que mantienen sus tradiciones ancestrales. En México podemos observar como los pueblos mayas de Yucatán siguen construyendo pequeñas casas con techos de palma de un modo similar al que utilizaron sus ancestros desde hace 3000 años. También es notable como se han conservado los sistemas constructivos de las tribus Gogo en Tanzania a pesar del desarrollo de nuevas tecnologías. En estos dos ejemplos, vemos una manera textil de construir con materiales simples y accesibles, cuyos resultados son óptimos desde el punto de vista bioclimático, tomando en cuenta que las altas temperaturas de estas regiones exigen aislamientos muy efectivos para que las casas sean refugios efectivos contra las condiciones climáticas adversas.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 4 de septiembre de 2025

HÁBITAT Y CULTURA

¿En qué radican las diferencias entre el hábitat humano y el de los demás seres vivos? ¿Es posible concebir formas arquitectónicas producidas por animales no-humanos? ¿Qué podemos aprender de las construcciones que se encuentran en la naturaleza?

Todos los seres vivos cuentan con su propio hábitat, sin distinción de su condición particular, sean plantas o animales, organismos simples o complejos. El hábitat es indispensable para la vida, es el modo en que los seres vivos estamos en el mundo. En ese sentido casi no hay diferencias conceptuales entre los objetos que construimos los humanos para protegernos de las inclemencias del clima, comparados con los que produce cualquier otro ser vivo. Casi todos los animales construyen o adaptan el espacio disponible para satisfacer sus necesidades de refugio, algunos incluso crean estructuras muy complejas, cuyo diseño no responde a la casualidad y dificilmente se les puede asociar con sus instintos. Los constructores de hormigueros, panales, madrigueras y nidos producen formas sofisticadas para resolver necesidades que van más alla de las básicas. Además de protegerse del clima y de los depredadores, los hábitats mencionados sirven para procesar y almacenar alimentos, para la reproducción y cuidado de las crías y para muchas otras funciones sociales complejas.
Quizá existe una sola característica que distingue a las construcciones humanas de todas las demás, podríamos decir que el hábitat humano trasciende a las necesidades físicas que le motivan, para convertirse en un producto cultural. En ese sentido existen sin duda necesidades humanas en el plano de lo simbólico, como la identidad, la belleza, la espiritualidad y otras, que no es probable ni evidente que existan en los ambientes de los demás animales. En ese sentido, la única especie que produce lo que entendemos como arquitectura, urbanismo y paisajismo es el Homo-sapiens.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 28 de agosto de 2025

MOVILIDAD

¿Cuánto más pueden expandirse las áreas urbanizadas de las metrópolis? ¿Podrá seguir solucionándose el transporte para la población que habita la periferia urbana? ¿Existen alternativas de solución a estos retos?

Durante todo el siglo XX y las primeras dos décadas y media del siglo XXI, el paradigma urbano fue la expansión. Ha sido durante este período cuando se han urbanizado las áreas rurales que circundaban a las ciudades en todo el mundo y cuando se ha inventado el suburbio. Todas las operaciones de urbanización por fuera de los perímetros centrales han implicado búsquedas de soluciones para la movilidad, debido también a la extrema zonificación de dichas áreas suburbanas. En el suburbio predomina la vivienda y en el centro las actividades económicas, comerciales, educativas, administrativas y demás.
Aparentemente hemos llegado al límite de la posibilidad de expansión urbana. Está claro que el paradigma debe cambiar. A pesar de que las soluciones para el transporte han sido de gran creatividad, como el metro, el autobús exprés, los tranvías, las bicicletas, las motocicletas, los teleféricos y los automóviles, en las metrópolis como la ciudad de México, las distancias ya superan lo lógico y aceptable. Al fenómeno del transporte y su consumo de tiempo, hay que sumar la enorme contaminación ambiental que generan los automóviles y los transportes que utilizan combustibles fósiles. 
Por desgracia este fenómeno se extiende por territorios urbanos de todo el mundo, desde Japón, China y Corea, hasta Nigeria, Kenia, Senegal, Inglaterra y Estados Unidos. Una situación tan extendida requiere de acciones más radicales que superen el modelo expansivo y lo transformen en uno más compacto y denso que no dependa solo de las soluciones de movilidad.
Es probable que no estemos preparados para afrontar estos retos hasta que la situación no se pueda sostener más tiempo, por desgracia es muy probable que el decrecimiento urbano y la densificación sucederán sin una adecuada planificación.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 21 de agosto de 2025

EXPERIENCIA SENSIBLE

“La definición de la estética como teoría de lo bello sirve de muy poco porque el carácter formal del concepto de belleza se desvía del contenido pleno de lo estético. Si la estética no fuera otra cosa que un catálogo sistemático de lo que alguna vez se consideró bello, no nos daría ninguna idea de la vida en el concepto de lo bello.” Theodor W. Adorno

La experiencia estética consiste en una forma de conocimiento que se adquiere mediante los sentidos. De ahí deriva el término “Estética”, de la Aesthesis, que alude a la experiencia sensible y a la percepción del entorno que rodea al ser humano. Es sin duda extraño que después se haya relacionado directamente a la estética con la belleza y con los fundamentos filosóficos del arte, excluyendo a todo aquello que no responde a sus premisas.
Paul B. Preciado, escribió en su libro Dysphoria mundii: ”Por estética entiendo la articulación entre la organización social de la vida, la estructura de la percepción y la configuración de una experiencia sensible compartida." En esta brillante afirmación no se menciona al arte ni a la belleza, ya que la mayor parte de lo que percibimos no se relaciona con estas dos nociones. Desde luego, siempre existe la posibilidad del juicio estético una vez que lo que hemos percibido mediante los sentidos es codificado en términos filosóficos, pero esta condición no es necesaria para todos los demás elementos que componen los universos personales de cada individuo.
Cotidianamente transitamos por una metrópolis que está llena de estímulos a nuestros sentidos, la mayoría de ellos estridentes y desagradables. Pero dentro del cumulo de todo lo que vemos, escuchamos, tocamos y olemos, también hay sensaciones agradables y bellas. Quizá no somos conscientes de ello todo el tempo, pero sin duda el conjunto de experiencias diarias conforma inevitablemente nuestra esencia como habitantes de una concentración humana tan vasta como la nuestra.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 14 de agosto de 2025

POBLAMIENTO

¿Qué factores son los que provocan las concentraciones extremas de población? ¿Es posible concebir motivos para el poblamiento que vayan más allá de la economía y la geografía?

Autores muy importantes como, Fernando Greene y Héctor Quiroz han investigado y publicado desde hace varios años, trabajos académicos y libros sobre el poblamiento, el agua y el desarrollo territorial de la cuenca de México. Entre los factores que mencionan ambos urbanistas de la Facultad de arquitectura de la UNAM están principalmente la geografía de la cuenca, la cual favorecía el acceso al agua antes de ser drenada y la condición política e histórica del sitio. Esta cuenca lacustre elevada a dosmil metros por encima del nivel del mar, comenzó a habitarse hace 5,500 años, hasta que en 1321 se fundó Tenochtitlán, una ciudad que con el auge de los mexicas llegó a ser el centro de un imperio extendido por casi todo el territorio mesoamericano. Doscientos años después de su fundación, la ciudad fue conquistada e invadida por los españoles, evento que cambió el rumbo de su desarrollo urbano, con intervenciones hidráulicas para desecar los lagos que cubrían la mayor parte de su superficie. Pero el poblamiento más acelerado de la cuenca y su transformación en una zona metropolitana sucedió en el siglo XX.
Este tremendo crecimiento fue consecuencia de un modelo de desarrollo económico centralizado en la capital del país y una consecuente migración del campo a la ciudad. Desde entonces no ha habido una condición equilibrada entre la urbanización y el medio ambiente. Además de ello ha habido una aguda segregación socioespacial, en la cual las colonias ubicadas en la zona sur-poniente cuentan con población con recursos economicos mayores que quienes habitan el nor-oriente de la cuenca. El estado aun no ha atendido la mayoría de las carencias que afectan a la mayoría de la población, por lo que nuestra metropolis dista aun mucho de encontrar un punto de equilibrio urbano.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 7 de agosto de 2025

POLÍTICA INDIVIDUAL

En su libro “Micropolítica: cartografías del deseo”, los filósofos Félix Guattari y Suely Rolnik, cuestionan las formas de vida dentro las sociedades contemporáneas. Plantean preguntas como: ¿Qué políticas, qué deseos y qué prácticas constituyen nuestras formas de vida?

Asumir una actitud personal ante cualquier fenómeno colectivo, como la contaminación ambiental, el consumo excesivo o la corrupción, suele afectarse por el comportamiento social generalizado. Muy frecuentemente nos desalienta la idea de que nuestra contribución para mejorar cualquier dinámica social no provoca ningún cambio en la situación general, que es inútil ir contra la corriente.
La tendencia micropolítica se fundamenta en las acciones personales que persiguen objetivos particulares a nivel comunitario, mediante la organización de grupos con pocas personas que se ponen de acuerdo de modo directo para cambiar su actitud. Por ejemplo, el reciclaje, el trueque y el ahorro de agua en pequeña escala, en un condominio o en un barrio. Es destacable que a diferencia de la actitud pasiva de la mayoría, que espera siempre que el gobierno resuelva todos los problemas, el activismo barrial es una práctica que refuerza la unidad entre vecinos y puede ser la diferencia entre los distintos estilos de vida.
Sin duda es conveniente reflexionar acerca de las alternativas de solución que presentan las organizaciones comunales, lo cual no implica que con ello se retire la responsabilidad a las instituciones gubernamentales. Por más que las personas se organicen, no son capaces de crear sistemas de transporte colectivo u obras publicas de gran escala, como drenajes, puentes y carreteras. Más allá del entorno inmediato, de nuestra vivienda, barrio, pueblo o ciudad, las instancias macropolíticas son las encargadas de crear y mantener la infraestructura que permite el desarrollo social, tanto a nivel físico como político e institucional.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 31 de julio de 2025

METABOLISMO

Jason Hickel publicó en 2021 un libro provocador con el título: Menos es más. Cómo el decrecimiento salvará al mundo. (Barcelona, Captain Swing).

Pensadores como Kohei Saito, Jason Hickel, Geoff Mann y Michael Löwy, han abordado la idea de decrecimiento sus escritos. Se trata de una idea provocadora tanto políticamente como intelectualmente, que aglutina de manera algo heterodoxa a otras preocupaciones que le rodean, como la ecología política y el “Conflicto metabolico” marxista. En todo caso, queda claro que el concepto comunista de decrecimiento, no está alineado ideológicamente con la corriente actual conocida como “Capitalismo verde”, ya que es más radical que ésta y no se apoya sobre el principio de crecimiento sostenible, ni solamente en la aplicación de los impuestos al uso de combustibles fósiles, ya que estos mecanismos necesariamente implican crecimiento económico y se alinean con el libre mercado. 
Las constantes crisis climáticas y ambientales han provocado que numerosos pensadores, como los mencionados anteriormente, retomen las ideas de Marx para poner en discusión nuevamente la necesidad de tendencias decrecientes como medios para frenar las inminentes catástrofes ecológicas. Recientemente se han enunciado tres principios dentro de las tácticas que podrían contribuir al decrecimiento sin causar daños al bienestar social. En primer lugar, la implementación de “Estrategias intersticiales”, como cooperativas proletarias y organizaciones comunales, que sean capaces de operar en el marco del libre mercado sin perseguir el lucro, sino el bienestar de sus asociados. El segundo principio es el de la aplicación de medidas económicas “No-reformistas”, como la reducción de la jornada laboral, políticas radicales de redistribución de la riqueza, acceso universal a ingresos mínimos, e impuestos a los combustibles fósiles y a las emisiones de gases carbónicos, todas ellas desde los gobiernos en su conjunto. Finalmente, el tercer principio es la construcción de instituciones contra-hegemónicas y paralelas al poder económico dominante que consigan equilibrar el entorno social y conseguir la justicia ecológica.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 24 de julio de 2025

ECOLOGÍA SOCIAL

Karl Marx estableció en el primer volumen de “El Capital”, la necesidad de una relación “metabólica-social” entre la explotación de recursos naturales para la producción industrial y el equilibrio del medio ambiente, esto también se conoce como: “justicia ecológica distributiva”.

El desarrollo de la sociedad capitalista durante los ultimos cien años nos ha llevado al extremo de explotación de recursos y contaminación ambiental para los que no parece haber alternativas de solución. El calentamiento global y los cambios climáticos son irreversibles, mientras que la población sigue en aumento, por lo que casi seguramente la humanidad tendrá que pasar por constantes crisis y probables colapsos en el futuro próximo.
Ante este panorama, las estrategias de planificación urbana tendrán que ajustarse notablemente en lo referente a sus objetivos, de tal manera que puedan mitigar los efectos de las inminentes crisis. Una de las tácticas que se presentan como alternativas viables para enfrentar estos retos es la densificación urbana y la recualificación de los barrios y urbanizaciones existentes, en lugar de la constante expansión de los territorios urbanizados. Esta política puede contribuir a disminuir el crecimiento desmedido de las megalópolis y por lo tanto reducir los desplazamientos cotidianos desde las viviendas al trabajo y la escuela, que cada vez se han hecho más largos y que generan gran parte de la contaminación atmosférica. Con menor volumen de construcción nueva y mayor readaptación y ampliación de los edificios existentes, también deberían demolerse las infraestructuras obsoletas, para liberar mayor espacio para la regeneración de los entornos naturales. 
Es evidente que la implementación de políticas regulatorias tiene altos costos sociales, como hemos visto en la última década en la ciudad de México, pero si el Estado no interviene, el libre mercado seguirá marcando las pautas del desarrollo urbano.
Lorenzo Rocha

 

lunes, 21 de julio de 2025

EDUCACIÓN ARTIFICIAL

Algunos expertos en inteligencia artificial como Geoffrey Hinton, profesor emérito de la Universidad de Toronto, han hablado del final de la evolución humana y el advenimiento de las máquinas, que son formas no-humanas que poseen una inteligencia superior.

Como profesor en la Facultad de Arquitectura de la UNAM, he observado el reciente y dramático aumento en el uso de herramientas de inteligencia artificial por parte de los estudiantes que asisten a mis cursos. He escuchado distintas opiniones de mis colegas al respecto y meditado la mejor forma en la que podemos lidiar con estos cambios tecnológicos. En primer lugar, no creo que debamos resistirnos al cambio, ni prohibir el uso de dichas herramientas para la elaboración de textos y diseños. Cuando escribimos y dibujamos, siempre hemos utilizado referencias externas, como citas bibliográficas, búsquedas informáticas de datos e incluso hemos cortado, calcado o pegado fragmentos de textos e imágenes. Al final esto es similar a lo que hace la inteligencia artificial a la que tenemos libre acceso. Como toda herramienta, la IA depende de la voluntad de su usuario, por lo que no veo problema en incorporarla a nuestro trabajo cotidiano, como hicimos antes con los procesadores de texto y con el dibujo por computadora.
Me parece que el tema central es el de la autoría, si nosotros le planteamos una pregunta o le damos una orden a una plataforma cualquiera de IA y esta nos responde con un texto o imagen, no debemos apropiarnos de estos sin dar el crédito correspondiente a la fuente consultada, tal como siempre hemos hecho respecto a la bibliografía  e iconografía en nuestros trabajos de investigación. Eso es lo que diferencia todo aquello que ha sido creado originalmente por el autor del trabajo,, de las partes que son citas textuales o imágenes generadas por terceros. De este modo, podemos servirnos de cualquier herramienta que sea útil para nuestro trabajo, sin incurrir en el plagio y dejando claramente ver a los lectores y observadores la construcción de nuestros argumentos e ideas propias.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 10 de julio de 2025

VIVIENDA DIGNA

El viernes pasado se llevó a cabo una manifestación pacífica en el Foro Lindbergh con el lema: “Fuera gentrificadores”, este tema también se discutió en el 38° coloquio de 17 instituto, en enero, cuyo título fue “Realidades urbanas, ciudad producida, ciudad habitada”.

Las recientes protestas en la ciudad de México contra la gentrificación y la inmigración extranjera han puesto en relieve un problema aun más grave: la falta de oferta de vivienda digna y asequible para las personas de clase media, que se ven desplazadas hacia afuera de los barrios recientemente aburguesados. El desmedido aumento de los alquileres en colonias como Roma y Condesa, obligan a los jóvenes que han crecido allí, a salir a buscar casa a la periferia, donde los costos son menores.
Al respecto, queda manifiesta la absoluta dominación de las fuerzas del mercado inmobiliario, sobre la producción y gestión de los espacios habitacionales. En ello, el gobierno ha fallado en la regulación de los procesos inmobiliarios y en el necesario equilibrio entre ofertas comerciales privadas y la vivienda social, cuyo objetivo no es el lucro sino la igualdad de acceso a un satisfactor que es un derecho constitucional de los mexicanos.
Desde luego la legitima queja sobre el aburguesamiento conlleva una reacción xenófoba que le resta legitimidad, dado que el libre mercado inmobiliario y la ausencia de predios reservados para uso social son factores que favorecen a la población con alto poder adquisitivo. como es el caso de los estadunidenses que trabajan a distancia.
Está abierto nuevamente el debate entre los defensores del libre mercado y sus detractores, lo cual es lógico y comprensible, pero el acceso a la vivienda digna y asequible para la mayoría de la población no debería estar sujeto a esa misma discusión.
Lorenzo Rocha 

jueves, 3 de julio de 2025

FORMA Y TIEMPO

George Kubler escribió en 1962 su libro “La configuración del tiempo”, una obra que ha tenido gran influencia en la metodología de la historia del arte, sobre los elementos que han trascendido a sus épocas y los que no lo han hecho.

No cabe duda de que los objetos construidos o colocados en espacios urbanos y arquitectónicos cambian de forma a lo largo del tiempo. Aunque algunos lo hacen de manera obvia, como las casas y edificios que sufren intervenciones, ampliaciones e incluso demoliciones, otros quizá cambien muy poco en sí mismos, pero las transformaciones de sus contextos provocan que se perciban de modo distinto en cada época. Por ejemplo, la Calzada de Tlalpan ocupa el mismo lugar desde hace 700 años, pero su forma ha cambiado radicalmente y seguirá modificándose constantemente.
Por estas y otras razones es muy difícil identificar valores fijos en la conformación del espacio urbano-arquitectónico. Las ciudades son creaciones humanas dinámicas que deben adaptarse a los constantes cambios sociales que acontecen en ellas. Cada período histórico deja alguna marca en el conjunto al que perteneció, esta marca puede ser algún monumento, templo o edificio en particular, pero también se reconocen vestigios de dichas épocas históricas en las trazas urbanas, avenidas, canales y otros componentes espaciales. Muy frecuentemente pensamos en nuestros antepasados por sus restos arqueológicos, como las pirámides y las catedrales.
¿Cuál sería la utilidad de que nuestra cultura actual dejara algún monumento que pudiera ser preservado para generaciones futuras? Es imposible saber ahora como seremos recordados en el futuro. Somos la generación de los rascacielos, los enormes conjuntos habitacionales y centros comerciales, sin embargo, quizás todo ellos desaparezcan y en cambio solo prevalezcan otras obras actuales de infraestructura, como las carreteras, las presas y los drenajes.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 26 de junio de 2025

MAPA INVERTIDO

El artista uruguayo Joaquín Torres García realizó en 1943 un dibujo a lápiz en el que representó a Sudamérica con el sur apuntando hacia arriba, con la intención de romper con la costumbre cartográfica convencional que acentúa la hegemonia del norte global.

El pensamiento espacial cartográfico se ha desarrollado durante las últimas décadas hacia una visión crítica transmitida mediante planos y mapas no-convencionales. Sabemos desde hace mucho tiempo que los mapas no son instrumentos políticamente neutrales, son herramientas del poder. El mapa pasó de ser una simple representación de la realidad, a una forma de construcción de la misma. Cuando utilizamos la cartografía como una manera de cuestionar y criticar las convenciones hegemónicas, se abren frentes de discusión política que de otro modo permanecerían cerrados. El ejemplo del mapa invertido, en el que el sur apunta hacia arriba, es un paradigma del cuestionamiento de la orientación que favorece al norte global. El mapa nunca puede estar al revés, ya que el planeta gravita en el espacio y gira constantemente, por lo cual, si bien la convención de los puntos cardinales es muy útil para la orientación geográfica, no se relaciona en absoluto con la posición recta o invertida de los objetos y las personas sobre la superficie terrestre. Estamos de pie sobre el suelo debido a la fuerza de gravedad, la cual es radial hacia el centro de la Tierra.
Existen muchas maneras de representar conceptos territoriales que tienen relevancia para la geopolítica y que no coinciden con las mediciones precisas de los territorios estudiados. Cuando representamos distintos flujos migratorios, desplazamientos forzados o exilios, alteramos las medidas de los países según criterios económicos o por su impacto ecológico, o bien cambiamos la posición de los estados de acuerdo a su influencia política sobre otros, los mapas se deforman de modos sorprendentes y adquieren una capacidad de comunicación que no poseen las fuentes objetivas de las que provienen originalmente.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 19 de junio de 2025

ESTADO-NACIÓN

En su libro “Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo”, el politólogo e historiador sino-irlandés Benedict Anderson afirma que mas allá de la aldea, todas las demás nociones de identidad: nacionalistas, históricas y religiosas son imaginarias, creadas por los intereses políticos.


La gran mayoría de los estados nacionales  en el continente americano surgieron como repúblicas entre 1776 y 1838, período en el cual se fueron independizando de las monarquías europeas y se constituyeron como países autónomos identificados por sus lenguas, etnias y territorios geográficos. Las naciones poscoloniales construyeron sus identidades alrededor de ideologías criollas que incorporaron en menor medida a sus pobladores originarios.

Cada uno de los nuevos estados como: México, Colombia, Brasil, Estados Unidos, Canadá, pasaron períodos en los que sus fronteras cambiaron por las disputas con sus vecinos y la resistencia a ser reconquistados por potencias extranjeras. Hasta el siglo XX podemos considerar que se estabilizó la geografía regional, pero en la escala general de la historia, está muy claro que aun se trata de naciones muy jóvenes. Las instituciones que componen a sus poderes siguen modificándose cada vez que cambian sus gobiernos. Desde una óptica toponómica, sus mapas han pasado de ser simples representaciones de sus características geográficas, hasta convertirse en maneras de construcción de su realidad. La integridad territorial, representada por la figura específica de cada territorio, se adopta como su “logotipo” y aparece en múltiples medios de comunicación como una manera tipológica de concebir al territorio. Desde la mirada humana, los países no se perciben nunca en su totalidad y cuando recorremos las distancias que separan una región de otra, nuestra percepción es muy distinta de lo que observamos en los mapas.

Lorenzo Rocha

 

jueves, 12 de junio de 2025

COSMOVISIÓN

Octavio Paz escribió en 1969 un libro excelente: “Conjunciones y disyunciones”, en el que analiza la visión del erotismo en India y China, al mismo tiempo que plantea la oposición occidental entre naturaleza y cultura. Hoy en día es muy importante releer obras como esta.

La cultura occidental utiliza constantemente oposiciones entre los conceptos que fundamentan su pensamiento. Desde hace aproximadamente tres siglos, el gobierno y el clero son entidades distintas y operan en esferas separadas en relación a su influencia y control de las dinámicas sociales. Pero en la antigüedad no era de ese modo, en las monarquías ambas instancias compartían el poder político.
Cuando analizamos la arquitectura y el urbanismo de las culturas mesoamericanas antiguas, podemos observar que en todos los casos su diseño y disposición general responde a criterios astrológicos. Los edificios mesoamericanos eran casi todos gnomones que señalaban eventos dentro de sus calendarios agrícolas, como los equinoccios y solsticios, que servían para marcar los tiempos de siembra y cosecha. Sin embargo, estos criterios científicos no estaban desligados de las creencias religiosas y de las deidades que se veneraban en cada lugar e incluso tenían relación directa con las jerarquías políticas y con la defensa de sus territorios. Estos son algunos de los motivos por los cuales ha resultado muy difícil interpretar los elementos que componen las ciudades antiguas en Mesoamérica, pero ello no ha impedido que la arquitectura y el paisajismo actual en esas mismas regiones cuente con espacios abiertos de una gran riqueza. Las cosmovisiones antiguas de los Mayas, Mexicas y las demás pueblos autóctonos que nos precedieron, perviven hasta la actualidad en otras formas que siguen vigentes en nuestros territorios. Debemos valorar y conocer mejor sus características para desarrollar nuestra capacidad de adaptación al entorno, la cual ha perdido casi toda la calidad espacial y la coherencia ecológica que tuvo en la antigüedad.
Lorenzo Rocha

 

jueves, 5 de junio de 2025

SIGNIFICADO

El teórico mexicano Alberto Pérez Gómez escribió en 2016 en su libro titulado Attunement: ”El significado de la arquitectura —de un edificio, un jardín o cualquier artefacto efímero que sirva como encaudramiento para los actos humanos— se entiende del mejor modo como una forma gestual del lenguaje”.


La arquitectura se nos presenta siempre como un objeto de arte en espera de ser interpretado. Si no tuviera ninguna interpretación posible, perdería su categoría como forma de expresión artística. Las dinámicas que componen a una obra construida son muy distintas entre sí. Los objetivos económicos, legales, estructurales, competitivos, culturales, deben cumplirse simultáneamente para el éxito de la obra. Si bien ninguno de ellos es sencillo en sí mismo, la extrema complejidad del quehacer arquitectónico es satisfacer todas estas fuerzas que gravitan sobre él.

El resultado de dicho proceso puede ser incluso sencillo, podríamos decir que mientras más sencillo sea, mejor. De ese modo su significado podrá descodificarse para “leerse” con la mayor claridad posible y por lo tanto ser de utilidad para reforzar la tipología a la que pertenece. Por ejemplo, las iglesias de la antigüedad se reconocían fácilmente por sus torres y campanarios, por sus bóvedas, cúpulas y arcos, todo ello correspondía a una tecnología constructiva que utilizaba estos elementos para conseguir grandes espacios cubiertos y diáfanos. Pero en la actualidad las iglesias utilizan otros lenguajes derivados de los materiales y técnicas modernas, que son distintas de las anteriores, aunque persiguen los mismos fines.

Los estudios casuísticos que relacionen a las tipologías antiguas con las contemporáneas son de gran utilidad tanto para los estudiantes de arquitectura, como para los investigadores universitarios. En ese sentido, el ámbito académico puede prestar servicios muy útiles a la sociedad y a la práctica arquitectónica, la cual no acostumbra preguntarse sobre el significado de las obras construidas.

 

miércoles, 28 de mayo de 2025

HÁBITAT

El teórico italiano Manfredo Tafuri escribió en 1970: “Lo específico de la arquitectura es el modo de poner en relación entre sí las diversas estructuras que confluyen en ella". "El lenguaje de la arquitectura se forma, se define y se supera en la Historia junto con la idea misma de arquitectura. En este sentido, establecer una "gramática general" de la arquitectura es una utopía". 


El hábitat de los primeros homínidos, una adaptación de materiales y espacios existentes configurados para conseguir refugio, contenía desde su inicio la posibilidad de convertirse en arquitectura. Todos los demás seres vivos tienen cada uno su propio hábitat, algunos incluso lo construyen con los materiales que se encuentran a su disposición, pero ¿porqué solo el ser humano hace arquitectura? En términos generales podemos decir que la arquitectura es el hábitat como producto cultural. Si no fuera así, el hábitat humano no habría evolucionado a la par de la civilización.

Sin embargo, la arquitectura sigue siendo el hábitat humano, aunque en ocasiones parezca que su expresión artística sea más importante que su habitabilidad. La mayor complejidad del proyecto arquitectónico radica en cumplir simultáneamente con objetivos que aparentemente son incompatibles entre sí: como la economía, la estabilidad estructural, la identidad cultural, la belleza, la eficiencia, el simbolismo y otros muchos más. Pero todo ello se puede equilibrar bajo un solo concepto, el cual ofrece la posibilidad de satisfacer simultáneamente todas las necesidades planteadas, dicho concepto es el edificio en si mismo.

La relación entre la teoría y la práctica en la arquitectura es de vital importancia, se trata de un trabajo constante de producción e interpretación debido a que no existen reglas ni formulas generales para el diseño arquitectónico, todos los proyectos son casos particulares que responden a las condiciones específicas en las encuentran su origen.

Lorenzo Rocha

 

jueves, 22 de mayo de 2025

ESCAPISMO

En el mes de mayo, la revista Proceso publicó un interesante artículo titulado: “Desaparecidos”, en él las periodistas Ximena Arochi y Sara Pantoja presentan una extensa investigación sobre las desapariciones de personas en la ciudad de México desde 2018 hasta ahora.


La realidad urbana suele presentarse de manera fragmentada, por lo cual es muy difícil pensar en ella en el presente y desde nuestro contexto cotidiano. Para reflexionar sobre una situación social y espacial en las ciudades, se necesita una mínima distancia que nos pueda dar la perspectiva necesaria para su análisis. Pero no por ello, debemos intentar escapar de nuestro tiempo y lugar específicos, porque solo es aquí donde tenemos posibilidades de actuar y solo podemos hacerlo ahora.

El tiempo futuro y los países lejanos sirven a los pensadores como los sitios idóneos para eludir la responsabilidad de pronunciarse acerca de lo que sucede frente a sus ojos. En la ciudad de México hay un nivel de violencia exacerbado y un numero enorme de personas desaparecidas que se han ido incrementando en las ultima década, pasando de reportes anuales de entre mil y dos mil personas, hasta alcanzar una cifra sin precedentes: 6100 personas desparecidas en la actualidad.  A pesar de ello y del reciente y lamentable asesinato a plena luz de día de Ximena Guzmán y José  Muñoz, dos funcionarios públicos del gobierno de la ciudad, siguen predominando las discusiones en redes sociales centradas en los conflictos entre Rusia y Ucrania e Israel y Palestina. Es correcto y necesario que discutamos sobre  guerras, invasiones y masacres extranjeras, pero no por ello, dejemos de cuestionar y criticar a las autoridades de nuestra propia ciudad que no han sido capaces de controlar al crimen organizado y a la violencia sistemática que daña a nuestra sociedad en mucho mayor medida que los conflictos internacionales.

Lorenzo Rocha

 

jueves, 15 de mayo de 2025

TEMAS ACTUALES

El arquitecto y urbanista Roberto Eibenschutz, fallecido hace pocos días, fue un  extraordinario académico, investigador y funcionario público. Escribió un texto de gran  importancia, titulado “Ciudad ideal, ciudad real” en 2010. El mejor homenaje que podemos hacerle es releer sus ideas.


En las discusiones sobre la ciudad y la arquitectura, estamos siempre buscando los temas de mayor actualidad. Los especialistas consideran que algunas discusiones son obsoletas y que sus temáticas han sido superadas. La autoconstrucción de vivienda, la expansión excesiva de la urbanización, la separación entre la labor de los profesionales con las necesidades auténticas de las personas, son algunos problemas sobre los que hemos discutido por varias décadas sin llegar a conclusiones satisfactorias, pero si seguimos preocupados por estos asuntos es porque aun tienen importancia.

En tiempos recientes la teoría y la crítica se ha especializado notablemente, lo cual tiene aspectos muy positivos. Hoy en día hay autores que se ocupan de tecnología, infraestructura, ecología y muchos otros asuntos específicos. Sin embargo, sigue siendo necesario el trabajo de analistas que cubran las generalidades y que se atrevan a opinar y tomar posiciones ideológicas, aunque no sean expertos en todas las materias de las que escriben.

Parece que se agotan uno por uno los líderes de opinión, los críticos provocadores y los pensadores entusiastas. Basta ver la escasa presencia de la producción crítica en los medios masivos de comunicación, de los que por cierto, somos la excepción.

El contenido principal de material que toca temas sobre ciudad y arquitectura se encuentra en internet en la forma de memes, breves textos y videos que exploran tendencias de moda o proyectos espectaculares, que son del interés del público no especializado. De vez en cuando encontramos algunos medios interesados en discusiones de mayor profundidad respecto a la sostenibilidad, la falta de vivienda y en general al estado de las cuestiones que más nos afectan como habitantes de una metrópolis, como la escasez de agua o la contaminación del aire.

Lorenzo Rocha

 

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